Contra la corriente
Comentario Editorial
El reclamo del ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, sobre el funcionamiento de las fuerzas federales en el territorio provincial puso un obstáculo donde no se esperaba. El Gobierno nacional había hecho un esfuerzo por respaldar la línea económica y los tironeos sobre el canje del BP21, que finalmente no pudo ser. En momentos en que la Nación está iniciando el tramo más duro de la negociación de su deuda, el ruido político sobre Seguridad se transformó en una molestia.
“El convenio que tenemos con la provincia de Buenos Aires es el mismo que existe con otras provincias, como Santa Fe. No hay nada distinto. Se arma una mesa de coordinación y listo. Eso fue lo que quedó aclarado”. Para eso fue necesario que el gobernador Axel Kicillof se sentara con el Presidente de la Nación; el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro del Interior, Wado De Pedro. Un esfuerzo para tranquilizar el frente interno cuando la Casa Rosada necesita que todos remen para el mismo lado.