Decime que se siente
Comentario editorial
Hace 30 años los gobiernos de Argentina y Brasil firmaron el Tratado de Integración, Cooperación y Desarrollo que sería una de las bases para el lanzamiento del Mercado Común del Sur sumando a Paraguay y Uruguay. El Mercosur fue en estos años un camino de integración regional que tuvo avatares, sobre todo por el peso económico de Brasil y las quejas de los socios con economías más pequeñas, pero que fueron salvados por los movimientos políticos de sus líderes, aún cuando no había coincidencia ideológica. El escenario en los últimos días es bien distinto.
Un spot de campaña que pedía el voto por el petista Fernando Haddad muestra artículos periodísticos sobre el aumento de la pobreza, la inflación y las tarifas en Argentina y remata con la pregunta: “voce quer que o Brasil sega pelo mesmo caminho?”. El fin de semana, Edgardo Novick, candidato de la derecha en Uruguay, publicó un aviso en letras gigantes con la palabra FIN. Y la leyenda: “Primero se terminaron las mentiras de los Kirchner en Argentina, hoy le toca al PT de Brasil y el año que viene al Frente Amplio en Uruguay”. Una derrota política para los lazos regionales que comienza a sentirse como frustración.