La generación del otro: cómo piensan, sienten y viven la política los centennials

La generación Z y sus características como participantes activos en la coyuntura y sus modelos ideales

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"Trump: tres veces. Compromisos: cero. Y ¿dónde están las fechas de las primarias?". La que se queja es Alexandria Ocasio Cortez, congresista por el distrito Bronx-Queens, Nueva York, mientras muestra el panfleto electoral de su contrincante en las internas demócratas, Jow Crowley, en un documental de Netflix que siguió su campaña 2018 de cerca. El caso de AOC (como la conocen en las redes sociales) fue un hito por lo disruptivo de su victoria: una mujer latina y joven que aboga por la ampliación de derechos progresistas en una sociedad tan conservadora como la estadounidense.

AOC fue elegida por la generación Z argentina como una de las líderes del partido ideal a votar

AOC es una de las personalidades elegidas por la generación Z argentina, los centennials, como líder del partido ideal que desearían votar en las próximas elecciones. Estos jóvenes de entre 16 y 24 años fueron base del estudio de la consultora Ipsos que buscó caracterizar el pensamiento político de este grupo que representa el 22% del padrón electoral y que no encuentra, entre los partidos tradicionales, un modelo que los identifique desde la sensibilidad, globalidad y pluralidad que los caracteriza.

El análisis los define como la "generación del otro" por su sentido de la empatía, por su valoración hacia la autenticidad, por su conciencia del efecto político de las decisiones, por su incomodidad hacia el binarismo y el reflejo de causas que los conmueven y que comparten con otras personas de su edad que quizás, están del otro lado del mundo.

De estas cualidades se desprende que uno de cada dos jóvenes exige que el principal atributo que debería tener el candidato que acceda a la presidencia este 10 de diciembre será su capacidad para resolver el problema de la inflación, que el 49% reclame que se preocupe por la pobreza (12 puntos por encima de los resultados de la población total); un 43%, que tenga honestidad; el 34%, que esté preparado para manejar una crisis y un 30% dijo que pueda manejar el problema de la inseguridad.

En este sentido, comparten la principal preocupación con la tendencia a la que respondieron grupos etáreos mayores y es porque la crisis económica les duele y les llega desde dos puntos: sus padres y la heladera vacía. Según el estudio, la Generación Z siente una omnipresencia de la recesión ya que se filtra en todos los ámbitos de los que participan y sobretodo, en sus hogares, donde les resulta perturbador y perciben la inseguridad de sus propios padres, quienes les transmiten la difícil situación de empleo en el país y la caída de la calidad de vida.

En este sentido, comparten la principal preocupación con la tendencia a la que respondieron grupos etáreos mayores y es porque la crisis económica les duele y les llega desde dos puntos: sus padres y la heladera vacía. Según el estudio, la generación Z siente una omnipresencia de la recesión ya que se filtra en todos los ámbitos de los que participan y sobretodo, en sus hogares, donde les resulta perturbador y perciben la inseguridad de sus propios padres, quienes les transmiten la difícil situación de empleo en el país y la caída de la calidad de vida.

No ven una salida fácil ni pronta. No consideran que este proceso electoral en particular pueda dar soluciones a la coyuntura al tiempo que su desánimo a la política partidaria actual llega a niveles fuertes. El 46% de los encuestados asegura que nunca sentirá simpatía por la política tradicional. "Me da miedo creer que que ningún candidato va a satisfacer los intereses que tengo", fue una de las respuestas que Ipsos utilizó como modelo.

Se los define como la “generación del otro” por su sentido de la empatía y valor por la autenticidad

Sobre esta apatía, la precandidata por el frente Patria Grande Ofelia Fernández, que fue el caso argentino señalado por los jóvenes encuestados como posible figura de un partido ideal, consideró: "Mi generación tuvo una cantidad notable de procesos propios en los que no hay una idolatría porque sí a los partidos políticos. Esta distancia sucede en términos de interpelación. Los jóvnenes tienen ejes de movilización muy importantes, otro lenguaje y otras prioridades que los hacen alejarse la política de la demagogia".

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