Desde que el rapero Kanye West comenzó a hacer declaraciones cada vez más polémicas, las reacciones en contra y a favor fueron igual o más extremistas. Del antisemitismo y el racismo hasta insultos contra sus propios patrocinadores, el artista ahora conocido como Ye no se guardó nada, por lo que muchos se pusieron en campaña para boicotearlo. Adidas, su socio corporativo más destacado, sigue en silencio. Y el boicot podría extenderse a la marca si no actúa al respecto. 

En poco más de quince días, West se volvió una de las figuras más radicalizadas de Estados Unidos. Primero se mostró con una remera que rezaba "White Lives Matter" (Las vidas de los blancos importan), que le mereció un rechazo generalizado del movimiento Black Lives Matter. Después acusó al CEO de Luis Vuitton, Bernard Arnault, de matar al diseñador Virgil Abloh, quien murió de cáncer el año pasado. Adidas dijo que revisaría su asociación, y Ye denunció que la marca robó sus diseños. Adidas, en silencio.

Poco después, West fue eliminado de Instagram por mostrar un chat antisemita con Sean "Diddy" Combs. No contento con eso, aseguró en Twitter que iba a hacer un "DefCon 3" (militarización) contra los judíos, algo que "no fue antisemita" porque "los negros también son judíos". Fue bloqueado de Twitter, pero Adidas siguió en silencio.

A los días se reveló un video donde West le mostraba pornografía a empleados de Adidas, y se filtró un tramo cortado de una entrevista con Tucker Carlson donde Ye hizo más declaraciones antisemitas. El programa The Shop reveló que no transmitiría una entrevista con West porque usó la plataforma para "reiterar más discursos de odio y estereotipos extremadamente peligrosos". Adidas, en silencio.

Pasaron aún más cosas. El rapero se ganó una denuncia de la familia de George Floyd por decir que el hombre falleció por una sobredosis de fentanilo y no asfixiado por un policía. En otra entrevista habló de la "mafia mediática clandestina judía" y en Piers Morgan Uncensored dijo que no se arrepentía de sus comentarios antisemitas. Para terminar, dijo que el presidente Joe Biden es un "retardado" por no escuchar a Elon Musk, y argumentó que podía usar ese término porque "tiene problemas mentales" (sufre de trastorno bipolar, que puede hacer que las personas hagan o digan cosas de las que luego se arrepientan). Adidas, en silencio.

Todos estos comentarios de West tuvieron consecuencias importantes para el rapero. El banco JP Morgan, por ejemplo, le cerró la cuenta y le pidió que transfiriera sus operaciones y las de su marca Yeezy a otra institución financiera. Gap cortó relaciones el mes pasado, mientras que la reconocida marca Balenciaga lo hizo el viernes. 

La radicalización del rapero preocupa por las distintas reacciones que generó. Por ejemplo, en Los Ángeles se realizó una manifestación organizada por nazis, que desplegaron una pancarta que decía "Kanye tiene razón sobre los judíos" mientras realizaban el saludo nazi.

El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, condenó el incidente, mientras que la legisladora Karen Bass compartió una imagen de la manifestación diciendo que el antisemitismo “no tiene cabida en nuestra ciudad y nunca lo hará”. "Hasta que rompan los lazos, Adidas está habilitando y financiando su odio. Deben actuar ahora"; pidió Bass.

El incidente de Los Ángeles inspiró más condenas de las agencias de Hollywood, con el CEO de United Talent Agency, Jeremy Zimmer, hablando en contra de West, uniéndose al CEO de Endeavor, Ari Emanuel, como parte de las críticas más agudas de la industria. En una nota a sus empleados el domingo por la noche, vista por Variety y Hollywood Reporter, Zimmer pidió "apoyar el boicot a Kanye West", citando la manifestación como prueba de que los comportamientos recientes de West "encienden las brasas de la intolerancia, y no deben ser tolerados".

Adidas y West colaboraron en distintos modelos de zapatillas

Frente a todo esto, Adidas no dijo nada, a diferencia de los demás socios comerciales. "Puedo decir cosas antisemitas y Adidas no puede abandonarme. ¿Ahora qué?", declaró en una entrevista en el podcast Drink Champs la semana pasada. Por todo esto, en redes sociales ganó popularidad la propuesta de extender el boicot a la marca de indumentaria, que no habla sobre West desde el pasado 6 de octubre, reportó Forbes.

La asociación de West y Adidas viene de hace rato, y el medio citado estima que la marca de indumentaria le paga alrededor de 220 millones de dólares por año al rapero. De caerse ese contrato, la fortuna de Ye caería de USD 2.000 millones a USD 1.000 millones.