Apple desafía a Trump y decide mantener sus políticas de diversidad
Un think tank conservador presentó la propuesta, que fue rechazada por la junta directiva y finalmente cayó derrotada en una votación. La manzana no piensa caer del árbol de la diversidad
En una jugada que combina estrategia corporativa y un guiño a la inclusión, los accionistas de Apple rechazaron una propuesta para eliminar sus políticas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI). La decisión, tomada en la reunión anual de la empresa, no solo refuerza el compromiso de la compañía con estas iniciativas, sino que también marca un contrapunto frente a la creciente ola conservadora que busca desmantelar programas similares en otras grandes corporaciones estadounidenses, como ya hizo el presidente Donald Trump en el Gobierno.
La propuesta, presentada por el National Center for Public Policy Research, un think tank conservador, argumentaba que las políticas DEI podrían exponer a Apple a demandas por discriminación.
La respuesta de la empresa fue tajante: aseguró que cuenta con mecanismos de supervisión para mitigar riesgos legales. La junta directiva recomendó votar en contra, con el argumento de que la medida "restringía inapropiadamente la capacidad de la compañía para gestionar sus operaciones y estrategias comerciales".
El resultado de la votación corporativa, en la que los accionistas votan en función del número de acciones que poseen, fue contundente: 8.840 millones de votos en contra, frente a 210,45 millones a favor.
Tim Cook, CEO de Apple, defendió las políticas de diversidad durante la reunión: afirmó que "la fuerza de la empresa siempre provino de contratar a los mejores y fomentar una cultura de colaboración, donde personas con diversos orígenes y perspectivas se unen para innovar". Sin embargo, Cook admitió que, ante los cambios en el panorama legal estadounidense, la compañía podría necesitar ajustar sus prácticas para cumplir con las nuevas normativas.
Este voto llega en un momento en que el presidente Donald Trump intensificó sus críticas a los programas DEI, calificándolos de discriminatorios y sugiriendo que el Departamento de Justicia podría investigar su legalidad. A pesar de esto, Apple parece dispuesta a mantener su rumbo, aunque con un ojo atento a los vaivenes legales.
Mientras tanto, la empresa continúa con la expansión de sus iniciativas de inclusión, desde apoyar universidades históricamente afroamericanas en EEUU hasta promover la enseñanza de programación entre comunidades indígenas en México y colaborar con organizaciones aborígenes en Australia. Parece que, al menos por ahora, la manzana no piensa caer del árbol de la diversidad.