Hace un par de años, Gastón Pauls dio un paso en su carrera, un paso fuerte: un programa de televisión en el que se habla abiertamente sobre las adicciones y cómo destruyen vidas. Creado por Pauls y Wolf Producciones, en Seres Libres se habla también de cómo, tras la oscuridad, siempre queda alguna esperanza. Desde su propia experiencia, Pauls  permitió que otros (muchos célebres, muchos más anónimos) contaran y pusieran la llaga a la vista de todos. Seres libres, ganador del Martín Fierro estrena su tercera temporada el viernes a las 22 en Crónica HD, con Dalma Maradona como primera invitada. Aquí, habla también sobre ese infierno interno que son las adicciones

—¿Hay cambios en Seres libres después de dos temporadas y el Martín Fierro?

— El contenido de este año va a ser un poco más interactivo. Vamos a incorporar más especialistas planteando más soluciones o diferentes enfoques para las mismas patologías y realidades. Por supuesto que vamos a continuar con testimonios de personas famosas, vamos a conversar y a profundizar sobre las emociones. Y además vamos a entrar en cárceles y en psiquiátricos con informes. Vamos a ver un poco más qué es lo que ocurre en las redes sociales en torno de las adicciones, el humor y los memes incluso. Eso es interesante porque, si bien algunas veces el tema se banaliza, también, gracias a Dios, a veces se profundiza a través de esa conversación y eso es más que bueno. También vamos a seguir viendo campañas y diferentes enfoques en otros lugares del mundo.

— ¿Cuál te parece que es la repercusión del programa?

— Más allá del muy buen resultado que tuvieron las dos primeras temporadas en la grilla de Crónica HD, medimos el éxito del programa por la enorme respuesta que tenemos en las redes, por la gran cantidad de mensajes que nos llegan de gente pidiendo y ofreciendo ayuda, de las consultas que tenemos todo el tiempo. Seres Libres, que es un emprendimiento que hacemos a pulmón muchas veces porque tampoco es que tenemos demasiado apoyo, de alguna manera se convirtió en el único lugar de referencia conocido, porque mucha gente no tiene acceso a otros lugares, porque no hay información. Y ente esa falta de información, muchas veces los gobiernos tanto provinciales como nacionales no se encargan de por lo menos mostrar y promocionar los tratamientos y los lugares para que los adictos puedan acudir. Y ahí estamos nosotros.

— Es raro un espacio que hable de un tema tan espinoso, ¿cómo te animaste a hacerlo?

— Se dieron varias cosas. Hacía años que tenía ganas de hacer un programa sobre las adicciones y ahí intervino el destino, porque Gerardo González, dueño de la productora Wolf, me escribe por Instagram. Empezamos con un ida y vuelta de mensajes hasta que me preguntó, justamente, si quería hacer un programa sobre el tema. Él ya tenía una idea y lo que hicimos fue amalgamarla con las mías y darle forma a lo que es hoy Seres libres. Así que creo que el nacimiento del programa es un encuentro de voluntades, la de Gerardo y la mía, para canalizar esas necesidades que teníamos.

— ¿La cuarentena generó más problemas de adicciones? ¿Empeoró la situación que ya existía en cuanto a las patologías mentales?

— No tengo los datos presentes, pero muchas patologías mentales, como los trastornos de ansiedad, las adicciones, la paranoia, los ataques de pánico y la incertidumbre, han crecido muchísimo, en algunos casos hasta niveles nunca vistos. Hablé con gente que trabaja en prevención del suicidio y en asistencia al suicida y me decían que se disparó en plena pandemia al ciento por ciento. Si en un momento recibían veinte llamados, durante la pandemia pasaron a recibir cuarenta llamados de personas al borde del suicidio. Creo que el resultado de todos esos meses de encierro generó conflictos, patologías y traumas que siguen claramente presentes hasta el día de hoy, y es evidente que la sociedad no estaba preparada para afrontar algo así porque hasta los especialistas se encontraron ante una situación nueva. Así que sí, durante el encierro todo esto creció muchísimo.

— ¿Hay alguna historia que te haya conmovido especialmente?

-Todas, sería injusto elegir una. Cada historia es la de un ser humano que sufrió, que sufre, que perdió, que se desesperó, que se vio envuelto o perdido en la oscuridad. Yo trataría de encontrar un punto en común, que es lo que le pregunto a todos los entrevistados, famosos o no famosos, ricos o pobres, y es qué representa la sustancia (la cocaína, el paco, el alcohol, la pasta base) para ellos. Y todos me hablan del infierno, de esa palabra tan ligada a la religión, pero que para mí está más conectada con lo más oscuro de la humanidad, cuando no conectamos con lo más puro que tenemos, que es nuestra propia alma.

— Tuviste que mostrar una parte "poco amable" de vos para hacer este programa y al mismo tiempo generaste un lugar de ayuda y de contención, ¿creés que cambió la manera en cómo te ven a partir de Seres libres?

-No, creo que la gente que no me quiere seguirá sin quererme y encontrará nuevas razones para insultarme, mientras que la gente que me quiere seguirá sabiendo quién soy y qué es lo que hago. En general, lo que piensen de uno te puede afectar, a veces más, a veces menos y a veces nada. En mi caso, la única opinión que finalmente me importa es la de la gente más cercana, que es la única que sabe si estoy vendiendo mi alma por dos pesos, si mantengo mis convicciones, si estoy creciendo o si estoy mintiendo. Mientras mis hijos me puedan seguir mirando a la cara y yo a ellos, mientras mis amigos sigan respetándome y la gente que sabe qué clase de persona soy me sostenga el abrazo, todo va a ir bien.