Netflix, Roma y los Oscar: un punto de inflexión para la industria del cine

El filme en streaming es el más nominado por la Academia

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Ya saben: salieron las nominaciones al Oscar. Las dos películas con más nominaciones (diez cada una) son dramas de mujeres: Roma y La Favorita, aunque la primera logra el doblete de Mejor película más Mejor película extranjera y es la preferida de la crítica universal (también un poco La Favorita). Atrás aparecen una remake (Nace una estrella) y una biografía en tiempo de comedia (El vicepresidente); luego el primer tanque de superhéroes jamás nominado a la categoría mayor (Pantera Negra, que se llevó siete menciones); luego, la sátira real de Spike Lee (Infiltrado del Klan, seis menciones) y finalmente las dos películas "de hacer sentir bien" a la gente: Bohemian Rhapsody y Green Book, ambas con cinco menciones. Todas estas películas compiten por la categoría de Mejor película.

Pero esta no es la noticia. La noticia es, como lo previmos hace algunos meses, Netflix. La película más nominada, la favorita, la que tiene menciones en rubros grandes (mejor actriz, actriz de reparto, director, guión original, obviamente película, más fotografía, montaje, etcétera) es una producción del gigante del streaming y, además, tuvo más público global en la plataforma hogareña que en los cines. No es lo único: otra de las películas del lote, aunque no en Mejor película, es La balada de Buster Scruggs, de los hermanos Coen, que se llevó tres nominaciones (una de ellas, Mejor guión adaptado). Sumemos, además, que en documentales hay una película de Amazon-National Geographic (Free Solo) y otra de Hulu (Minding the gap). Es decir, la presencia del streaming es poderosa.

La gran pregunta es si los productores de Hollywood son capaces de elegir el SVOD

Y entonces viene la pregunta: ¿será capaz la Academia de darle premios a películas cuya difusión principal no tiene en cuenta a las salas cinematográficas? En teoría, a juzgar por la cantidad de nominaciones, deberíamos pensar que sí, que finalmente ese salto se ha dado y que Roma tiene tantas posibilidades de ganar como cualquier película del pasado con tantas menciones. El premio a la Mejor película es, siempre, un premio a la producción, y a diferencia del resto de las categorías, lo votan todos los miembros de la Academia. En otros rubros, es por especialidad: los directores votan directores y los actores, actores, por ejemplo. Y en algunos hay reglas y comités especiales (Efectos visuales, Maquillaje, cortos, documentales y películas no habladas en inglés). Pero el premio mayor lo votan todos y ahí es donde podrían verse tensiones interesantes. Es evidente, dado cómo crece el sector, que los actores votarían "a favor de Netflix", dado que es una fuente indudable de trabajo y se ocupa de producciones medias -ni tanques ni "indies"- que los cines dejan de lado. Pero los productores aún piensan con veinte años de retraso y consideran que las salas son el negocio primario. Así las cosas, las nominaciones muestran que 2019 será un año de inflexión para el futuro del audiovisual: nunca hay que olvidar que el Oscar es un premio, sobre todo, industrial.

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