Raro jueves para los estrenos cinematográficos: hay nueve estrenos y solo uno es estadounidense. Claro que es, también, un tanque grande, el último del año. Se trata de Aquaman, nuevo intento de Warner-DC de avanzar en el campo del cine de superhéroes, donde han tenido resultados mucho más dispares que sus competidores de Disney-Marvel. El personaje intepretado por Jason Momoa -que apareció en Liga de la Justicia- aquí aparece en una aventura llena de color a cargo del realizador James Wan, uno de los directores mainstream más interesantes de los últimos años (responsable de las dos El Conjuro, nada menos). La expectativa es alta y puede subir el promedio de público.

Hay varios filmes latinoamericanos. Un drama paraguayo, Las herederas, con muy buenos antecedentes; una película de animación brasileña para gran público, L que también tieino; y una película de terror venezolana, El Silbón, sobre un mito popular de ese país.

En el campo de "arte y ensayo" (aunque con reservas por el uso del término), aparece la comedia francesa Algo celosa, casi un unipersonal de la gran Karin Viard. Y el resto son producciones nacionales: el drama con trasfondo policial Mochila de plomo, de Darío Mascambroni; y los documentales Leyendas del tren patagónico, de Sebastián Deus; Volver a Boedo, de Sergio Criscolo; y La vida que te agenciaste, de Mario Gonzalo Varela.