Algo que no siempre se dice es que el suspenso no es un género (cinematográfico o literario, da igual) sino un mecanismo. De hecho, no hay ningún relato que pueda sostenerse sin él. "Suspenso" es "quedar suspendido", algo irresuelto que nosotros, humanos, queremos ver concluido. Esa ansiedad por la conclusión es la que genera que sigamos viendo -o leyendo- algo. Vale -es un poco retorcido pero allí vamos- para un cuadro, también: nos quedamos mirando porque esperamos que nos revele algo, que se "concluya" con nuestra propia mirada. Esta introducción es porque vamos a recomendar filmes "de suspenso" que, por una vez, no son de Alfred Hitchcock (que es quien mejor utilizó el mecanismo y no siempre hizo películas de crímenes). En esta pequeña selección hay de todo tono y género, y está en Prime Video.

Empecemos por una gran comedia, Dos tipos duros, de Shane Black. Black tiene algunos rasgos de estilo: pareja despareja (está en sus guiones para Arma Mortal y El último boy-scout), un punto de vista infantil (aquí es la hija del personaje de Ryan Gosling) y un caso policial retorcido tratado con humor y frases irónicas. Aquí dos detectives de poca monta, el violento Russell Crowe y el torpe Gosling (que por momentos homenajea a Buster Keaton), investigan la muerte de una actriz porno y eso los lleva a enfrentarse con la poderosa industria del automotor de los años setenta. El suspenso aquí funciona alrededor de los hechos inconexos que van, poco a poco, creando un paisaje imprevisible al principio. De paso, es una de las películas más divertidas de los últimos veinte años.

En el otro extremo del espectro, El espía que sabía demasiado, un filme de Tomas Alfredson (responsable de la bella Déjame entrar) que adapta una grandísima novela de John LeCarré sobre el espionaje inglés (sí, es la adptación de El topo), con un elenco notable (Gary Oldman, Benedict Cumberbatch, Colin Firth, Mark Strong, Toby Jones y siguen las firmas). Entre la cofradía más cerrada de espías, en plena Guerra Fría, hay un "topo" soviético. Aquí el suspenso no se manifiesta a través de la acción, sino de actos pequeños, casi cotidianos, de medias palabras y medios tonos que construyen poco a poco el camino a la solución. Que es, dicho sea de paso, dolorosa. En lugar del suspenso de un partido de fútbol, tiene el de un partido de ajedrez.

El realizador Rian Johnson es una especie de decepción. Especialmente si tenemos en cuenta su tercer -y mejor- película, Looper, protagonizada por Bruce Willis (su último verdadero gran papel), Jeff Daniels y Joseph Gordon-Levitt. Hay unos asesinos que viajan en el tiempo y, durante un período bien determinado de años, ganan muchísimo dinero. Pero en algún momento, ellos mismos son asesinados por otro sicario temporal. Uno de ellos pretende escapar del círculo (el motivo es el amor) y hay, además, una amenaza en el futuro. Parece difícil, pero la película se entiende perfectamente y lo que mantiene en vilo al espectador es un misterio que reúne a sus dos protagonistas. Con elementos del cine de acción, la ciencia ficción, el policial negro y, en última instancia, el western, es de esas películas donde la sorpresa aparece a la mitad del filme para sostener la tensión hasta el final.

¿Es MIss Simpatía una película de suspenso? Sí, además de ser de las mejores comedias que dio el Hollywood contemporáneo (las escenas entre Sandra Bullock y Michael Caine habría que enmarcarlas). Saben de qué va: una detective poco "femenina" entra al concurso Miss América como una bomba despampanante para descubrir el misterio detrás de amenazas de muerte. Pero la señorita es una farsante que no sabe cómo ser "femenina" y lo aprende en el juego (esa posibilidad de ser descubierta es parte del suspenso), y que las mujeres no son reflejo de sus prejuicios sino personas más complejas. La otra parte del suspenso consiste en en crear esa empatí con personas diferentes para resolver el caso. Sí, es más compleja de lo que parece.

Y cerremos con una de las películas más interesantes del año pasado, Longlegs, que en principio es la historia de un asesino serial -con muchos ecos de El silencio de los inocentes- pero, poco a poco, se va enrareciendo para entretejerse con el pasado de la protagonista, una detective que no puede, en el comienzo del filme, evitar el asesinato de un compañero. Se hizo bastante famosa por el personaje que interpreta (en realidad lo sabemos cerca del final, pero el spoiler en las críticas fue constante) Nicolas Cage, que es totalmente inquietante. Es cierto que la historia, por momentos, se vuelve confusa, pero aquí lo que se impone es eso que solemos llamar "clima": el encuadre que impone la cámara, los espacios ominososo donde puede pasar cualquier cosa (aunque en realidad no pase nada en esa secuencia precisa), los pequeños movimientos y gestos que pueden ser signos de peligro, la luz glauca, la oscuridad colocada donde debe. Y Cage, otra vez, que cuando aparece presenta un personaje totalmente extraño desde el maquillaje hasta la voz, algo que rompe el paisaje y lo vuelve temible. Incluso si no carece de defectos, es un ejemplo de cómo se "construye" el suspenso con el ambiente. Toda una experiencia.