Para quienes suelen quejarse del sistema (imperfecto) de subsidios en el cine argentino: el estado de California colaborará con un subsidio de 20,2 millones de dólares para la próxima, y supuestamente última, película de Quentin Tarantino, titulada por ahora sólo "10" y que podría basarse en la vida de la crítica cinematográfica Pauline Kael. Pero no es el único proyecto laureado con este subsidio, que se entrega en realidad en forma de descuento impositivo. California subsidia con crédito fiscal la producción cinematográfica, cada año, por 330 millones de dólares. Y de hecho, Había una vez en Hollywood, el filme anterior de Tarantino, recibió por ese concepto unos 18 millones de dólares.

La idea detrás de estos incentivos consiste en que la producción audiovisual se quede en el Estado (que tiene un PBI superior a más de una nación en vías de desarrollo) y que ese dinero vuelva en forma de empleo registrado y consumo de bienes y servicios. Luego de la pandemia, la cifra que invierte California en sostener la actividad audiovisual se incrementó en un 10%.

Los proyectos elegidos hasta ahora (según publicó Variety) y los montos de ayuda son los siguientes: #10 u$ 20.213.000); A Big Bold Beautiful Journey (u$ 2.505.000); Agent Plus (u$ 1.072.000); Boys Club (u$ 959.000); Chalino (u$ 646.000); Constance (u$ 793.000); DreamQuil (u$ 2.014.000); Good Luck, Have Fun, Don't Die (u$ 2.500.000); Health & Wellness (u$ 1.470.000); International Gangster (u$ 893.000); Quadir's Redemption (u$ 908.000); Saturn Return (u$ 1.047.000); Seven Days to Butterfly (u$ 1.081.000); Ultra (u$ 1.098.000); Under My Skin (u$ 20.687.000); Untitled Netflix Project (u$ 20.000.000).