Ilusión, decepción y orgullo. Esas tres palabras condensan los sentimientos que atravesaron a los integrantes del elenco y el equipo de Argentina, 1985 cuando anoche se anunció que Sin novedad en el frente se quedaba con el Oscar a Mejor Película Extranjera. Ricardo Darín, uno de sus actores principales, ya se lo veía venir. Pero hubo un breve momento en el que se permitió soñar con la tercera estatuilla.

"No me tomó demasiado por sorpresa. Sabíamos que eso era lo más probable que ocurriera. Lo que me confundió fue cuando subieron Antonio (Banderas) y Salma (Hayek) al escenario, dije 'Uy, a lo mejor yo estoy leyendo mal las coordenadas', pensé", contó el actor a Clarín cuando terminó la ceremonia.

De hecho, en redes sociales se viralizó la forma en que Hayek anunció la película ganadora. Al nombrar los países que formaban parte de la terna, la actriz mexicana hizo énfasis en la pronunciación de Argentina. Incluso, en la alfombra roja, Banderas contó que había estado practicando la forma correcta de decir Argentina y Santiago Mitre, sin acento anglosajón. Pero ninguno de los dos sabía el resultado y, a la hora de la verdad, Hayek leyó la tarjeta con una marcada decepción en su voz.

"Me confundió un poco la llegada de Antonio y de Salma porque hasta ahí sabíamos que estábamos mal. Cuando los vi a Antonio y a Salma dije, será que... pero los que están invitados a presentar un premio están invitados desde hace mucho tiempo atrás. Esa alta dosis de latinidad me hizo dudar, pero enseguida miré hacia un costado a un camarógrafo que estaba apuntando (Edward) Berger de 'All Quiet' y dije, ah, no. Porque, viste, es como en los Martín Fierro", bromeó, en diálogo con TN Show.

Darín contó que el equipo de la película alemana Sin novedad en el frente estaba justo junto a su mesa, y comparó la situación con los Martín Fierro. "Yo tengo muchos años de Cacho Rubio. Ya sé que cuando Cacho Rubio está cerca de una mesa es porque tiene al ganador ahí. Lo vi a Cacho Rubio con la cámara", se rió.

Ilusión, decepción y orgullo

Darín reconoció que, al igual que todo el público argentino, los integrantes del equipo de Argentina, 1985 le habían dado "mucha manija", por lo que "fue una especie de decepción". Aún así, reconoció que "ganó una gran película" y se mostró contento con el camino recorrido.

"Siento profundamente en mi corazón la posible decepción de mucha gente en mi país, pero esto es así, se gana y se pierde y hay que saber perder, también. Nosotros estamos muy orgullosos de nuestro trabajo y de la película. Esto no lo menosprecia: al contrario, porque ahora valoramos mucho más los premios anteriores", remarcó.

"Todo bien. Es así, es parte del juego. Ganás o perdés. Hicimos más de lo que podíamos. Hicimos un camino glorioso: ganamos el Goya, el Golden Globe, ganamos premios por todos lados. La gente abrazó y adoró a la película. Esta es una instancia en donde quedan cinco y la moneda cae para un lado o para otro. Hay que entenderlo aceptarlo y felicitar a los ganadores", planteó el actor argentino.

Darín subrayó que "hay que saber ganar y saber perder". "El trabajo de hacer una película es una cosa, promocionarla, darle visibilidad, es otra, corre por otro lado. Aparentemente, hay gente que hizo mejor las cosas que nosotros. Por un lado, pienso yo. Y además es una gran película que ganó, que es de alto impacto. Y ya está".

"La meta siempre se corre de lugar. ¿Qué viene ahora, después de esto? Lo que pasa es que se supone que después del Oscar no viene nada. Pero sí, viene que tenés que arrancar de nuevo, hay que ir a laburar. No queda otra. Quiero decir, no, no estamos tristes, si es lo que se espera", sostuvo, con una mirada hacia el futuro.

Spielberg vio Argentina, 1985 y Darín le hizo una propuesta

Más allá del premio, el equipo de Argentina, 1985 pasó una gran noche en la ceremonia de los Oscar. Ricardo Darín no dejó pasar la oportunidad de charlar con el resto de los nominados en su terna, e incluso con uno de sus ídolos: Steven Spielberg.

Darín estuvo "muy codo a codo" con Lucas Dhont, el director de Close, y también pudo felicitar a Edward Berger, el director de Sin novedad en el frente, cuando terminó la ceremonia. El alemán le llegó a decir: "Tenemos que hacer una película juntos". Darín le contestó: "Andá a disfrutar de esto ahora, y no me charles, Berger".

Y llegó el encuentro con Spielberg, que les contó que vio Argentina, 1985 y "le encantó". "Tengo la foto con Spielberg. Y, cuando estuvimos con Spielberg, dije 'Ya está'".

"Y aparte no es que estuvimos con Spielberg porque nos fuimos de moscardones, se dio así, una charla, entramos Santiago (Mitre) y yo primero, y después entraron Peter (Lanzani) y Flor (Bas, su esposa). El tipo se quedó charlando con nosotros, que había visto la película que le encantó. Divino estuvo. El tipo se quedó ahí a charlar y meta abrazo y meta palmada", contó Darín.

"Nos dijo que le había encantado la película. Felicitó a Santiago, adelante de mí", reveló el actor. Y yo le dije, ahí nomás: 'Steven, tenemos que hacer una película juntos. Yo tengo unos mangos acá', y me dice 'Pero oiga, usted ¿estuvo escabiando?'. Le digo 'No, Steven, a mí desde Tiburón que me tenés enganchado'".