Aunque Hollywood esperaba números masivos para Super Mario Bros durante el fin de semana de Pascua, nadie imaginó las cifras que finalmente terminó generando la adaptación a la pantalla grande del célebre videojuego de Nintendo. La película recaudó 206 millones de dólares solo en el mercado norteamericano (se habían pronosticado algo más de 100 millones de dólares) y el total global fue de 377 millones de dólares para una producción que costó menos de 100 millones. En nuestro país, con estreno el miércoles, el filme vendió durante Semana Santa 736.052 entradas, muy lejos del segundo lugar (la argentina La extorsión, protagonizada por Guillermo Francella, que vendió 153.590 tickets, muy buena cifra).

Super Mario Bros, uno de los últimos estrenos de la cartelera

¿Por qué tal revolución? No solo porque el filme es perfectamente fiel al videojuego sino también porque juntó a niños y a padres nostálgicos (después de todo, Super Mario Bros nació en 1985) y la película está poblada de sorpresas para los fans. Dicho de otro modo: es el más cumplido producto de "fan service" que dio el cine. Pero además sobre una marca instalada y vigente desde hace 38 años, lo que implica un atractivo para (por lo menos) cuatro generaciones.

Por el momento se trata del lanzamiento más grande del año, superando a Ant-Man and the Wasp: Quantumania, que había logrado recaudar en febrero poco más de USD105 millones en su país de origen. Lo interesante es que los analistas prevén que Super Mario Bros tiene mucha carrera por delante porque, a pesar de que las críticas fueron poco menos que entusiastas, el boca a boca es bueno, de allí que recaudó cada día del fin de semana un poco más que el anterior. Además, Super Mario Bros puede ser el primer filme del año en cruzar la barrera de los USD1.000 millones de recaudación (la secuela de Avatar es de 2022, aunque gran parte de su carrera la hizo durante este año).