Una banda de sonido poderosa, un gran actor y ningún certero ataque al corazón
Crítica de Bohemian Rhapsody
Bohemian Rhapsody, todos lo saben, es la historia de Queen y Freddie Mercury, prácticamente una y la misma. Es, como toda película biográfica, un conjunto de grandes momentos y grandes nombres. Su único fin, al parecer, es ilustrar esa historia en lugar de utilizarla como metáfora de alguna otra cosa (lo que, en general, justifica roda obra, de cine o de cualquier otro arte). El resultado es entretenido y vibrante, pero es difícil saber si tales efectos en el ánimo del espectador provienen de la puesta en escena, de proponer alguna idea que trascienda la anécdota, o porque la música de Queen es tan poderosa y está tan grabada en la memoria colectiva que es imposible pasarla mal escuchando esas canciones. El protagonista Rami Malek hace todo lo posible por mimetizarse con la idea que tenemos del gran Freddie y lo logra; el resto del elenco acompaña. No es un certero ataque al corazón, sino una palmadita al hombro.
Título original: Ídem, EE.UU., 2018. Duración: 132’. Dirección: Bryan Singer. Intérpretes: Rami Malek, Lucy Boynton, Gwylim Lee, Mike Myers, Ben Hardy, Joseph Mazzello. Calificación: Apta para mayores de 13 años.