El pasado fin de semana fue el primero con cines en funcionamiento más o menos normal desde el comienzo de la pandemia. Es para celebrar que volvieran, no tanto si miramos números. Según la web cinesargentinos, con datos de la consultora Ultracine, fueron a las salas 75.100 personas. Nada, prácticamente, si tenemos en cuenta que una película mediana con buena prensa, en tiempos pre Covid, podía tener unos 100.000 espectadores en su fin de semana de estreno.

La ganadora en estas circunstancias especialísimas fue Tenet, de Christopher Nolan, que tuvo 20.884 espectadores en 171 pantallas, con un promedio de 122 espectadores por función. Hay que tener en cuenta varias cosas: no puede haber más de 50 espectadores por función, y no hay demasiadas funciones por día. Hay algo más: la entrada sale 610 pesos, muchísimo hoy. 

La otra película que tuvo el mismo promedio por espectador fue Raya y el último dragón. Que no se vio en los cines Hoyts y Cinemark porque existe un diferendo entre Disney y la empresa madre estadounidense, por lo cual la cantidad de pantallas fue mucho menor. De todos modos, el filme además tuvo salida simultánea en la plataforma Disney+, y si se tiene en cuenta que para verla hay que pagar "solo" unos 1000 pesos, resulta bastante más "rendidor" para una familia. No es lo mismo, por supuesto, y no sabemos aún cuántas personas la vieron on line.

En general, lo más visto fueron los tanques (hay que incluir la película de acción y aventuras Monster Hunter, que en la lista general quedó segunda, aunque no en promedio). La lista además incluye muchas películas que ya se habían estrenado en los cines del interior del país que comenzaron a funcionar (entre ellas, Scooby Doo o Trolls 2) y es claro que predominaron las películas familiares y para chicos. Sin contar algunas estrenadas entre finales de 2019 y principios de 2020 (por ejemplo, Unidos, de Pixar, que tiene algunas funciones en cine aunque está disponible on demand).

Es decir, todavía estamos muy lejos de una normalización de la actividad cinematográfica. Pero de a poco se va viendo la luz al final del túnel. No parece, dados los números, que haya problemas "de confianza" para ir al cine, algo que sí sucede en otros mercados como los EE.UU., donde el miedo al contagio impide un crecimiento de la actividad. El mayor problema es el costo, es decir la economía argentina en general. Habrá que ver qué sucede en las próximas semanas para evaluar la evolución del negocio de la exhibición.