Estiman que el impuesto al dólar permitirá reducir la fuga a US$2.200 M en 2020
Las proyecciones más pesimistas la ubican en US$5.000 M. Ayudará a cerrar el déficit externo
La fuga de divisas caerá con fuerza durante el 2020, luego de tres años consecutivos en los que batió récords históricos y generó sacudones que todavía se sienten en la economía. Eso, siempre y cuando el cepo cambiario y los impuestos de 30% a la compra para atesoramiento continúen. La expectativa es que, en un escenario optimista, el año que viene cierre en un total de US$2.200 millones netos. En otros más pesimistas, llegaría a US$5.000 millones. En cualquier caso, no logrará superar a lo que se fue en agosto, el peor mes del 2019, con una salida neta de US$5.909 millones
La fuga fue la principal explicación del desbalance cambiario, durante los últimos años. En ese sentido, la diferencia respecto a las otras cuentas del Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) resultó apabullante. En los primeros once meses del 2019 se fueron US$27.024 millones. En 2018 se fueron US$27.230 millones. En 2017, US$22.148 millones. Para el año que viene la fuga volvería a niveles previos a la salida del cepo decretada por Cambiemos durante la primera semana de su mandato.
En ese sentido, desde el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz proyectaron que "a partir del nuevo Impuesto PAIS, queda determinado un tipo de cambio efectivo de $82, reduciendo, en un escenario optimista, las estimaciones de fuga de capitales a US$2.200 millones para todo 2020, pudiendo alcanzar los US$4.200 millones si la participación de personas en el mercado de cambios oficial aumenta hasta los 2,2 millones record de octubre del 2019".
En ese sentido, el escenario pesimista del CESO implicaría que la cantidad de personas que decidan irse al dólar llegue al punto extremo registrado en octubre, justo antes de que el cepo fuera a su versión hard. Es decir, cuando se podían comprar US$1.000 mensuales, sin impuesto.
Desde la consultora LCG consideran que, si continúa el esquema cambiario actual, la fuga podría totalizar US$5.000 millones durante el año que viene. Ambas, CESO y LCG, tuvieron la particularidad de haber acertado en sus proyecciones de formación de activos externos previas al 2019: en declaraciones a BAE Negocios realizadas en aquel entonces habían afirmado que, por la incertidumbre electoral y la inercia dolarizadora local, podían superar lo previsto por otras consultoras. Números más, números menos, se acercaron a los algo más de US$27.000 millones con los que terminará el año.
El economista de Eco Go, Juan Ignacio Paolicchi, prefiere no proyectar la fuga neta del 2020 porque "depende de varios factores, como la demanda de activos en pesos y el ingreso de capitales". Por eso su estimación refiere a la bruta: prevé que será de US$500 millones mensuales, es decir de US$6.000 millones. Como referencia, cabe destacar que en 2019 la fuga bruta fue de US$67.765 millones. "Se va a reducir mucho", dijo.
Desde el CESO opinaron: "Desde la aplicación de los controles cambiarios hasta el 16 de diciembre, el BCRA compró US$2.932 millones, que aplicó básicamente al pago de vencimiento de deuda por US$2.576 millones. La fuga de capitales pasó de US$2.700 millones promedio mensual a US$144 millones en noviembre. La efectividad del cepo para revertir el saldo externo llevo al consenso de los economistas ortodoxos y heterodoxos sobre la necesidad de su mantenimiento".