El primer ministro de Rusia, Mijaíl Mishustin, anunció un decreto para impedir el cierre de las empresas extranjeras que operan en el país ante la guerra de sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea.

"Los empresarios extranjeros, en medio de un escenario de sanciones, se ven obligados a tomar decisiones bajo presión política en vez de guiarse por factores económicos. Se ha preparado un proyecto de decreto sobre limitaciones provisionales a la salida de los activos del país para darles la oportunidad de tomar decisiones equilibradas", dijo Mishustin en una reunión ministerial.

Con esta medida, señaló el jefe de Gobierno, se espera que los empresarios que invirtieron en Rusia , puedan seguir trabajando en el país.

Mishustin destacó que en los últimos años las autoridades apoyaron la localización de los procesos productivos de empresas extranjeras y trabajaron para atraer fabricantes de productos terminados y proveedores para aumentar la producción local de componentes.

"Seguimos viendo a los empresarios extranjeros como socios potenciales y estamos abierto al diálogo con los inversores que tengan ánimos constructivos. Muchas de estas compañías operan desde hace tiempo y con éxito en nuestro mercado", consignó.

Varios países occidentales activaron sanciones individuales y sectoriales contra Rusia después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, firmara el 21 de febrero los decretos sobre el reconocimiento de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk y tres días más tarde anunciara el lanzamiento de una "operación militar especial" en Ucrania, alegando que ambas repúblicas solicitaron ayuda frente a la agresión por parte de Kiev.

En un caso sin precedentes, las restricciones individuales se extendieron al mandatario ruso y el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, entre otros altos cargos.

Las sanciones sectoriales, también por primera vez, incluyen la desconexión parcial de Rusia del sistema SWIFT y la paralización de las reservas internacionales del banco emisor.