En una jornada donde los índices de referencia en Estados Unidos marcaron números rojos, las acciones argentinas sacaron pecho en el tablero neoyorquino. Mientras el Dow Jones se desplomó 1,3% y el Nasdaq bajó 0,1%, algunos ADR nacionales celebraron con subas de hasta el 7%.

El caso más resonante fue el de Vista Energy, que trepó un 6,9% y acumuló un alza de más del 17% en apenas dos ruedas. La compra de la participación de Petronas en el bloque La Amarga Chica, en pleno corazón de Vaca Muerta, le inyectó combustible a la petrolera. A su estela se acoplaron IRSA (+4,9%), Cresud (+3,6%) y Grupo Galicia (+3,2%).

Los bonos soberanos también aprovecharon el envión. Los títulos globales con legislación extranjera ganaron un 0,2% en promedio y ya suman 3,7% en lo que va del mes. Algunos, como el GD41 y el GD46, registraron avances de 9,5% y 9,2% respectivamente durante la semana. Los títulos bajo ley local también tuvieron lo suyo: subieron en promedio un 8,4%.

Después del primer desembolso del nuevo acuerdo, el FMI elogió el plan económico de Argentina

El viento de cola vino, en parte, desde Washington. La directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, se deshizo en elogios hacia la gestión económica argentina. Destacó la disciplina fiscal, el freno a la inflación y la baja en los niveles de pobreza. "Pasamos de una recesión profunda a proyecciones de crecimiento del 5% para este año", señaló, aunque advirtió que el contexto internacional podría ponerle un techo a ese entusiasmo.

Mientras tanto, en Wall Street reinó la cautela. La Fed advirtió que no tiene apuro por bajar las tasas de interés, y eso cayó como balde de agua fría en los mercados. Donald Trump, fiel a su estilo, agitó las aguas con una crítica feroz al presidente del organismo, Jerome Powell: “Llega tarde y se equivoca. ¡No puede seguir en el cargo!”, disparó.

A esto se sumó el giro sorpresivo de Trump en su política comercial. Suspendió por 90 días los aranceles extras para todos los países... menos China, que no se quedó quieta y subió sus propios aranceles al 125%. El fuego cruzado sacudió los futuros y dejó claro que la volatilidad será moneda corriente en los próximos meses.

En Europa, el Banco Central Europeo bajó sus tasas en 25 puntos básicos. Lejos de entusiasmar, la decisión reforzó el clima de incertidumbre: el BCE alertó que el nerviosismo del mercado puede terminar restringiendo aún más las condiciones monetarias.

En el rubro commodities, el oro volvió a brillar como refugio. Alcanzó un nuevo récord de USD 3.357,40 la onza y cerró a 3.335,90. La demanda por seguridad no da tregua.

Y en lo que respecta al petróleo, clave para una Argentina que volvió a tener superávit energético, los precios subieron fuerte: el WTI trepó a USD 64,30 y el Brent llegó a USD 67,62, con subas del 3% y 2,7% respectivamente.