Acusan al Servicio Secreto de borrar los mensajes del asalto al Capitolio
Una oficina que investiga los incidentes del 6 de enero de 2021 acusó al Servicio Secreto de Estados Unidos de obstaculizar las pericias. La entidad asegura que se perdieron registros por una migración de teléfonos informada, y la crisis interna se profundiza
Cuando una multitud de manifestantes invadió el Capitolio, todo el mundo miró asombrado ante el ataque, jamás visto ni pensado en la historia. Sin embargo, mientras todos miraban, altos funcionarios del gobierno de Donald Trump buscaban indultos adelantados y eliminaban documentos para no ser señalados como partícipes del asalto. Los mensajes y mails fueron y vinieron entre el Gabinete, los Senadores, el Servicio Secreto y el propio Trump. Aunque todo debería haber quedado registrado, un organismo de control denunció que el Servicio Secreto borró todos los textos del 5 y 6 de enero de 2021 cuando su oficina los solicitió como parte de una investigación.
Según alertó Joseph V. Cuffari, jefe de la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (OIG), los mensajes de texto del asalto al Capitolio desaparecieron, por lo que los esfuerzos para investigar el ataque encontraron un nuevo obstáculo
“El Departamento nos notificó que muchos mensajes de texto del Servicio Secreto de EE. UU. (USSS), del 5 y 6 de enero de 2021, se borraron como parte de un programa de reemplazo de dispositivos”, escribió en una carta a los líderes de los comités de Seguridad Nacional de la Cámara y el Senado, según informó The Washington Post.
El problema no solo es su desaparición, sino el momento en que sucedió. Cuffari acusó al USSS de borrar los textos "después" de que su oficina los solicitara para la investigación, como parte de un patrón de resistencia del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) a sus investigaciones. La ley obliga al Servicio Secreto a entregar todos los registros, pero el personal se negó "repetidamente" a darlos hasta que no fueran revisados por un abogado.
“Esta revisión provocó demoras de semanas en la obtención de registros por parte de la OIG y creó confusión sobre si se habían producido todos los registros”, escribió, y se ofreció a informar a los comités de la Cámara y el Senado sobre los “problemas de acceso”.
¿Qué podría haber en esos mensajes? Allí se podría formar una idea más clara de todo lo que hizo el Servicio Secreto durante el asalto al Capitolio, y también sobre qué hizo Donald Trump. Si no se hubieran borrado, los documentos podrían mostrar la veracidad sobre el día de furia del expresidente, quien sabía que sus adeptos estaban armados y hasta intentó ir al Capitolio pese a que sus asesores le decían que no, justificándose con que era "el maldito presidente". Hasta habría agredido físicamente a un agente del Servicio Secreto, según contó una exasesora de la Casa Blanca.
¿Quién es el culpable?Por el lado del Servicio Secreto, su portavoz Anthony Guglielmi sostuvo que no eliminaron los mensajes y que, al contario, estuvieron "cooperando plenamente con la OIG en todos los aspectos, ya sean entrevistas, documentos, correos electrónicos o mensajes de texto".
“Primero, en enero de 2021, antes de que la OIG abriera cualquier inspección sobre este tema, USSS comenzó a restablecer sus teléfonos móviles a la configuración de fábrica como parte de una migración del sistema de tres meses planificada previamente. En ese proceso se perdieron los datos residentes en algunos teléfonos”, dijo Guglielmi.
“La OIG solicitó comunicaciones electrónicas por primera vez el 26 de febrero de 2021, después de que la migración estaba en marcha. El Servicio Secreto notificó a la DHS y a la OIG sobre la pérdida de datos de ciertos teléfonos, pero confirmó a la OIG que ninguno de los textos que buscaba se había perdido en la migración”, agregó el portavoz del Servicio Secreto.
Guglielmi dijo que la agencia proporcionó al IG aproximadamente 786.176 correos electrónicos no redactados y 7.678 mensajes de chat del equipo de empleados del Servicio Secreto que hacen referencia a conversaciones y detalles operativos relacionados con el 6 de enero y los preparativos previos.
En este sentido, aseguró que la acusación "no es correcta ni nueva", ya que el Departamento de Seguridad Nacional la "desacreditó repetida y públicamente". "No está claro por qué la OIG vuelve a plantear este problema", disparó.
La justificación no parece ser suficiente: ¿por qué una migración de dispositivos imposibilitaría la lectura de los mensajes del 5 y 6 de enero? ¿Uno de los departamentos más avanzados del mundo, sino el más, no se prepara para algo así? El Servicio Secreto tiene una política que requiere que los empleados realicen copias de seguridad y almacenen las comunicaciones del gobierno cuando retiran dispositivos electrónicos o telefónicos antiguos, pero en la práctica, el personal no hace las copias de manera constante, informó el Washington Post.
Investigaciones cruzadasEl problema de la investigación al ataque al Capitolio es muy complejo: la misma oficina que investiga (la OIG) está siendo investigada por otra entidad, el Consejo de Inspectores Generales sobre Integridad y Eficiencia (CIGIE), por denuncias no reveladas de mala conducta. Y no es solo eso: el jefe de la OIG, Joseph Cuffari, tiene varias acusaciones de bloquear investigaciones y hasta pedidos de destitución.
"Necesitamos llegar al fondo de si el Servicio Secreto destruyó los registros federales o si el Departamento de Seguridad Nacional obstruyó la supervisión. El Inspector General del DHS necesita estos registros para realizar su supervisión independiente y el público merece tener una imagen completa de lo que ocurrió en 6 de enero", declaró el senador demócrata Gary Peters.
“Obviamente es preocupante, y si hay una manera de reconstruir los textos o lo que sea, lo haremos”, dijo Bennie Thompson, presidente del comité selecto de la Cámara que investiga el ataque al Capitolio y también presidente del comité de seguridad nacional de la Cámara. El presidente también dejó abierta la posibilidad de llamar a agentes del Servicio Secreto para que testifiquen sobre el asunto y sobre el ataque al Capitolio en general.