Albania busca trabajadores latinoamericanos sin visa y con sueldos de más de USD 1000

El país balcánico abre sus puertas a trabajadores de América Latina para cubrir puestos turísticos con salarios de hasta USD 1166

BAE Negocios

Albania, una de las naciones emergentes del turismo europeo, lanzó una convocatoria laboral que ofrece oportunidades a ciudadanos latinoamericanos sin necesidad de visa y con salarios que superan los USD 1000 mensuales.

La iniciativa responde a la falta de mano de obra en el sector turístico, en un país que en la última década triplicó la llegada de visitantes, pasando de 3,8 millones en 2014 a 11,7 millones en 2024, mientras que su población se redujo de 2,9 millones a 2,4 millones en el mismo período.

Puestos disponibles en el sector turístico

El sur de Albania, con destinos costeros como Himara, Saranda y Vlora, se prepara para la temporada alta de vacaciones y requiere personal en áreas clave. Los puestos incluyen:

  • Camareros
  • Recepcionistas de hotel
  • Socorristas de playa
  • Ayudantes de cocina

El presidente de la Unión de Turismo de Albania, Rrahman Kasa, confirmó que ya se está contratando personal de América Latina gracias a las facilidades migratorias. “Los latinoamericanos pueden ingresar sin necesidad de visado, y cada vez más compañías hoteleras ponen la mirada en la región”, afirmó en declaraciones a medios locales.

Ventajas y salarios

El salario mínimo nacional en Albania está fijado en 40.000 leks albaneses (unos 400 euros), lo que equivale a más de $600.000 argentinos. Sin embargo, los sueldos en el sector turístico son superiores: la Oficina Estatal de Estadísticas informó que el ingreso promedio ronda entre USD 750 y USD 1166.

Esto representa casi el doble del Salario Mínimo Vital y Móvil argentino, actualmente establecido en $322.200.

Mano de obra extranjera en crecimiento

La disminución de la población local y la fuerte demanda turística empujaron a las empresas a contratar personal extranjero. Además de trabajadores latinoamericanos, Albania ya recibe inmigrantes de Filipinas, India, Bangladesh y Nepal para cubrir la creciente demanda.

Con esta política, el país balcánico no solo apunta a sostener el auge turístico, sino también a diversificar su mercado laboral e integrar nuevas comunidades a su economía.

 

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