América Latina se posiciona como jugador global en energías renovables
De aquí al 230 la producción sustentable de la región aumentará un 460%, generando ganancias económicas y ayudando a combatir el cambio climático
Más allá de su situación de permanente postergación en muchas áreas a lo largo de las décadas, América Latina apunta a convertirse a mediano plazo en un importante jugador en el mercado mundial de las energías renovables, con un equivalente a mil millones de paneles solares en proyectos a gran escala que entrarán en funcionamiento hasta 2030.
En estos días en que buena parte del Cono Sur es un horno sin fin para sus habitantes, se trata de una buena noticia en la lucha contra el cambio climático, ya que los investigadores señalan que el continente lanzará proyectos de energía solar y eólica a gran escala para generar más de 319 gigavatios, equivalente a alrededor del 70% de la capacidad regional de todas las fuentes de generación combinadas en la actualidad.
"Rica en recursos eólicos y solares, América Latina tiene el potencial de ser un líder mundial en energía renovable", dice el informe de Global Energy Monitor (GEM), una organización sin fines de lucro basada en Estados Unidos que monitorea el desarrollo de energía limpia.
Los proyectos, que incluyen instalaciones terminadas y en construcción, expandirán en más de 460% la producción de energía solar y eólica, indica el estudio. Eso convertirá a la región en un "destacado" actor global en la producción de energías renovables, dijo Kasandra O'Malia, gerente de proyectos de GEM.
Objetivos
"Ya estamos viendo un gran repunte. Y con todos los proyectos planeados, será una explosión exponencial", dijo en diálogo con la agencia AFP. Incluso si no se concretaran, la región parece estar en un punto de inflexión y es probable que se anuncien más proyectos en los próximos años, añadió.
Los factores naturales son un gran punto a favor de la región dado que en la mayoría del los países hay una "alta irradiación solar y un gran potencial para el desarrollo eólico marino".
"Junto a la capacidad solar distribuida y de menor escala ya existente, Latinoamérica está en camino de cumplir, y potencialmente sobrepasar, los objetivos de energía renovable de 2030 de la Agencia Internacional de Energía (AIE)", señala el informe, que puntualiza que los cinco principales países de la región en términos de posibles adiciones de capacidad solar y eólica a gran escala son:
* Brasil (217 GW)
* Chile (38 GW)
* Colombia (37 GW)
* Perú (10 GW)
* México (7 GW)
Mientras que los cinco principales países en términos de energía solar y eólica a escala de servicio operativo actual son:
* Brasil (27 GW)
* México (20 GW)
* Chile (10 GW)
* Argentina (5GW)
* Uruguay (2 GW)
Actualmente, sumando energía solar y eólica, América Latina tiene una capacidad de 69 gigavatios (27,6 solar y 41,5 eólica), lo que equivale a un poco más del 15% de la capacidad eléctrica de la región. Para llegar a los 319 gigavatios, los investigadores esperan que estén plenamente operativos varios proyectos, incluidos los dos de mayor escala en cada una de estas tecnologías.
El primero, es el Parque Eólico H2 Magallanes, en Chile, que generará hasta 10 gigavatios y que, se espera, empiece a funcionar para 2027. "Está principalmente destinado a la producción de hidrógeno verde", asegura el documento.
El segundo, bautizado como Berço Das Gerais, se ubica en Brasil y, aunque sin fecha de entrada en operación aún definida, se trataría del mayor parque solar de Latinoamérica, con una capacidad de 5,7 megavatios. De hecho, en este país, también se espera que entre en operación el mayor proyecto eólico costa afuera: el Parque eólico marítimo Ventos Do Sul, que sería operado Ocean Winds, y que se prevé que también comenzará a funcionar en 2027.
Diferencias
Precisamente Brasil, la mayor economía de América Latina, lidera el auge de la energía verde, con 27 gigavatios de plantas solares y eólicas a gran escala en funcionamiento, y otros 217 gigavatios esperados hasta 2030.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumió el poder en enero, prometió incrementar las energías limpias y recomponer el liderazgo del país en la cuestión climática, tras cuatro años de deterioro durante el gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro.
Pero este desarrollo se explica concretamente por una ley de 2012 que incentivó la energía solar en Brasil al permitir que los productores privados vendieran electricidad directamente a la red, según Roberto Zilles, director del Instituto de Energía y Medio Ambiente de la Universidad de Sao Paulo.
"Hoy es más barato producir tu propia energía" que comprarla, explicó a la AFP. El informe también destaca los desarrollos en Chile, tradicionalmente importador de combustibles fósiles, donde la energía eólica y solar ya representan 37% de la capacidad instalada. De su lado, Colombia proyecta incorporar 37 gigavatios de energías solar y eólica hasta 2030.
México
Al contrario, México, la segunda economía latinoamericana, es un caso de preocupación. El país, uno de los primeros en adoptar las energías renovables, alberga actualmente los mayores proyectos solares y eólicos de América Latina.
Pero los avances han disminuido desde las reformas energéticas de 2021 impulsadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, un defensor de los combustibles fósiles que hizo de la revitalización de la petrolera estatal Pemex una piedra angular de su administración. "México se ha estancado", dice el informe.
"Incluso si todos los proyectos potenciales se pusieran en marcha, el país solo alcanzaría un 70% de su compromiso de generar 40 gigavatios de energía solar y eólica para 2030", agrega.
La Argentina
El caso de Argentina es parecido al de México, ya que si bien es actualmente uno de los mayores jugadores en energías verdes en la región, para el 2030 quedaría en sexto lugar, por detrás de Perú y Colombia.
El país actualmente posee 4,7 GW de instalaciones eólicas y solares a gran escala en funcionamiento y espera incorporar 1,2 GW para 2025.
En su apartado dedicado a la Argentina, el Global Monitor recomendó como posible estrategia la "reasignación de los subsidios del Estado para promover estos proyectos".
Y señala asimismo que "Los costos de inversión inicial para mejorar la energía renovable en Argentina serían la vía menos costosa (comparado con esperar llevar adelante nuevos proyectos) para satisfacer las demandas de electricidad para 2050".
En ese contexto, agregan que "el camino hacia la transición energética deberá estar liderado por una administración que esté dispuesta a incrementar el gasto público en energía solar y eólica".