NUEVO GOBIERNO

Asumió Meloni como primera ministra de Italia

La titular del partido de ultraderecha Hermanos de Italia encabezó el primer Consejo de Ministros, como sucesora de Mario Draghi al frente del Ejecutivo

BAE Negocios

La ultraderechista Giorgia Meloni reemplazó hoy al centrista y proeuropeo Mario Draghi, convirtiéndose en la primera mujer en dirigir Italia, tercera economía de la zona euro.

Un siglo después de la llegada al poder del dictador Benito Mussolini, esta exadmiradora del Duce fue recibida por Draghi en el palacio Chigi de la capital, la sede del gobierno. El exjefe del Banco Central Europeo se reunió con ella durante más de una hora y le entregó la simbólica campanilla de plata usada para dirigir los debates en el consejo de ministros.

 

Si comincia. Con molta emozione ma anche con la consapevolezza delle difficili sfide che ci attendono.
Ora tocca a noi: siamo #pronti ���� pic.twitter.com/FaJvFfSeZX

— Giorgia Meloni ���� (@GiorgiaMeloni) October 23, 2022

A continuación, Meloni encabezó la primera reunión del gobierno, el ejecutivo más a la derecha que ha conocido el país desde la creación de la República en 1946.

Meloni, que juró el cargo ayer ante el jefe del Estado, Sergio Mattarella, guiará un Ejecutivo compuesto por los tres partidos que componen la coalición ganadora de las elecciones del 25 de septiembre: el suyo, Hermanos de Italia, la Liga de Matteo Salvini y Forza Italia de Silvio Berlusconi.

El siguiente paso, en los próximos días, será su investidura en las dos sedes del Parlamento, el Senado y la Cámara de Diputados, un formalismo pues cuenta con la mayoría absoluta.

La primera tarea del Consejo de Ministros fue aprobar el nombramiento del conservador Alfredo Mantovano como subsecretario de la presidencia, uno de los cargos más influyentes del Ejecutivo.

 

Carteras

El nuevo vicepresidente, Salvini, es también titular de Infraestructuras y Movilidad Sostenible, normalmente responsable de los puertos (presumiblemente para tratar de impedir el desembarco de inmigrantes como hizo en Interior entre 2018 y 2019).

El flamante Gobierno también tiene un Ministerio para el Sur y las Políticas del Mar, en manos del ex presidente de la isla de Sicilia, Sebastiano Musumeci.

La líder del Ejecutivo emplazó a su gabinete a estar unido ante los retos venideros: “Nos ha exhortado a no olvidar que, además de un honor, tenemos una gran responsabilidad, y nos ha pedido lealtad y espíritu de equipo”, reconoció el ministro de Administración Pública, Paolo Zangrillo.

La composición del nuevo gobierno refleja el deseo de tranquilizar a los socios de Roma. Meloni designó como ministro de Relaciones Exteriores y vice primer ministro a Antonio Tajani, expresidente del Parlamento Europeo, y puso al frente de la crucial cartera de Economía a Giancarlo Giorgetti, representante del ala moderada de la Liga y que fuera ministro con Mario Draghi.

 

Desafíos

Ayer, Meloni y sus 24 ministros -- entre ellos seis mujeres-- juraron uno por uno "respetar la Constitución y las leyes" ante el presidente de la República, Sergio Mattarella, en el palacio del Quirinal.

La dirigente romana obtuvo una histórica victoria en las elecciones legislativas del 25 de septiembre, tras recortar las aristas más polémicas de su partido, Hermanos de Italia.

Estos comicios se convocaron de manera anticipada tras la dimisión de Draghi, que asumió como primer ministro en febrero de 2021, pero perdió el apoyo de sus socios.

Gracias a su coalición con la Liga, la formación ultraderechista y antimigración de Matteo Salvini, y con la declinante Forza Italia de Silvio Berlusconi, Meloni dispone de mayoría absoluta tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado.

Pero el nuevo ejecutivo deberá lidiar con los numerosos desafíos que Italia tiene por delante, especialmente económicos.

Los márgenes de maniobra de Roma están limitados por una enorme deuda pública del 150% del Producto Interior Bruto (PIB), la proporción más alta de la zona euro después de Grecia.

Otro desafío será preservar la unidad entre una coalición que ya está mostrando grietas. Tanto Salvini como Berlusconi se resisten a aceptar la autoridad de Meloni, cuyo partido obtuvo el 26% de los votos en las elecciones, frente al 8% de Forza Italia y el 9% de la Liga.

 

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