Las elecciones municipales del domingo en Brasil confirmaron un fuerte avance de las fuerzas de derecha y centro-derecha en todo el país, con el Partido Liberal (PL), del expresidente Jair Bolsonaro, como uno de los grandes vencedores. Este resultado marca un cambio significativo en el panorama político brasileño y previsiblemente tendrá repercusiones en la coalición de gobierno liderada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Los brasileños eligieron concejales y alcaldes en más de 5.500 municipios, donde la derecha ganó terreno en la mayoría de las capitales. El Partido Liberal de Bolsonaro se aseguró ya el control de dos capitales, Rio Branco y Maceió, y pasó a la segunda vuelta en otras nueve, que se disputarán en la segunda vuelta del próximo 27 de octubre.

 

Expansión del Partido Liberal

Según el Tribunal Superior Electoral de Brasil, el PL obtuvo victorias en 523 ciudades, 179 más que en las elecciones de hace cuatro años. Este número podría crecer aún más tras el balotaje, que definirá a los alcaldes en las ciudades de más de 200.000 habitantes donde ningún candidato alcanzó el 50% de los votos en la primera vuelta. Esta expansión refleja el fortalecimiento de la derecha, impulsada por la figura de Bolsonaro, pese a que ya no ocupa la presidencia.

 

Leve avance del PT

Por otro lado, el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula logró 252 alcaldías, una suba del 39% respecto a los comicios anteriores, cuando gobernaba en 182 municipios. Aunque el número parece positivo, el PT sigue lejos de ser una de las fuerzas dominantes, situándose en la novena posición entre los partidos más votados, superado ampliamente por agrupaciones de centro y derecha.

El PT no logró colocar a ningún candidato en la primera vuelta en ninguna de las 26 capitales estatales, y sus aspirantes se enfrentan a posibilidades limitadas en las ciudades donde alcanzaron la segunda vuelta.

 

Suben fuerzas de Centro y Centro-Derecha

La gran sorpresa de estos comicios fue el avance de partidos de centro y centro-derecha, muchos de los cuales forman parte de la coalición de gobierno de Lula. Entre los más destacados se encuentran el Partido Social Democrático (PSD), el Movimiento Democrático Brasileño (MDB), el Partido Progresista (PP) y União Brasil, que conquistaron la victoria en unas 3.000 alcaldías, representando el 54% de las ciudades brasileñas.

Este fortalecimiento de las fuerzas conservadoras dentro de la coalición de Lula podría derivar en mayores exigencias de poder dentro del gobierno, especialmente en la asignación de ministerios, a cambio de su apoyo en el Congreso.

 

Derrota oficialista en las Capitales

Las pocas victorias de la izquierda se lograron gracias a partidos aliados, como el caso del Partido Socialista de Brasil (PSB) en Recife, donde João Campos obtuvo el 78% de los votos. Asimismo, en Río de Janeiro, Eduardo Paes, del Partido Social Democrático (PSD), fue reelecto con el 60,4% de los votos, aunque evitó asociarse directamente con Lula durante la campaña para no alienar al electorado conservador de la ciudad.