La Fiscal General de Estados Unidos, Pamela Bondi, anunció que buscará la pena de muerte para Luigi Mangione, el hombre acusado de asesinar al director ejecutivo de UnitedHealthcare, Brian Thompson, en un crimen que conmocionó al país y desató un debate sobre el sistema de salud.

"Tras una cuidadosa consideración, ordené a los fiscales federales que soliciten la pena de muerte en este caso, mientras implementamos la agenda del presidente Trump para detener los delitos violentos", declaró Bondi en un comunicado. Calificó el homicidio como un "asesinato premeditado y a sangre fría" de Thompson, a quien describió como un padre de familia inocente.

El crimen ocurrió el 4 de diciembre en Manhattan, cuando Thompson recibió un disparo por la espalda frente a un hotel donde se realizaba una conferencia de inversores. Mangione, un ingeniero de 27 años, fue capturado cinco días después en un McDonald's de Altoona, Pensilvania, con un arma ilegal, documentos falsos y un escrito que revelaba su "motivación y mentalidad", según la policía.

Mangione enfrenta 11 cargos en Nueva York, incluido asesinato en primer grado y terrorismo. También tiene procesos en Pensilvania por tenencia ilegal de armas y falsificación. Su abogada, Karen Friedman Agnifilo, tildó la decisión de "barbárica" y acusó al gobierno de "defender a la corrupta industria de la salud".

El caso reavivó el debate sobre los altos costos del sistema de salud estadounidense. Tras el crimen, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, advirtió sobre el "extremismo violento" en discursos de redes sociales.

Mangione permanece detenido en Brooklyn mientras avanzan los procesos federal y estatal. Si es condenado, podría enfrentar cadena perpetua o la pena capital.