Los principales directores ejecutivos de EEUU comenzaron a dar a conocer cifras sobre la sustitución de trabajadores que habrá por la aplicación de la Inteligencia Artificial, las que plantean un panorama preocupante para los trabajadores.

Por ejemplo Jim Farley, director ejecutivo de Ford, anticipó que esta tecnología "reemplazará, literalmente, la mitad de trabajadores de cuello blanco en EEUU". Por su parte, Marianne Lake, directora ejecutiva de JP Morgan Chase, aseguró en mayo último que un 10% de la plantilla del departamento de operaciones disminuirá debido a la utilización de la IA.

Andy Jassy, director ejecutivo de Amazon, comunicó en junio pasado que espera una disminución de la fuerza de trabajo en la firma en los próximos años, debido al advenimiento de la Inteligencia Artificial. Según el ejecutivo, la compañía necesitará menos personal llevando adelante los trabajos que realizan actualmente, y más gente desempeñando otras tareas, informa el sitio elEconomista.es.

Para Dario Amodei, director ejecutivo de Anthropic, la mitad de los puestos de trabajo para empleados con poca experiencia podrían desaparecer entre uno y cinco años, llevando hasta el 10% o 20% el desempleo en EEUU. Amodei, que defiende que se establezca una regulación de la IA por parte del gobierno, pidió a los grandes ejecutivos y a la administración que blanqueen la realidad de la situación.

Mientras tanto, IBM ya reemplazó por herramientas de Inteligencia Artificial a cientos de empleados en el departamento de recursos humanos. El director ejecutivo, Arvind Krishna, aseguró por su parte que esa fuerza de trabajo fue derivado a otras áreas, lo que resultó en un incremento de la contratación de programadores y vendedores.

Además, trabajadores recién despedidos de Xbox, propiedad de Microsoft, dijeron recientemente que su impresión es que la gran tecnológica fundada por Bill Gates está tratando de sustituir el mayor número posible de trabajadores con sistemas de IA, según informa Wccftech. La movida de la gran tecnológica se produce en un momento en el que anuncia el despido de 9.000 empleados en todo el mundo, después de registrar 26.000 millones de dólares en ingresos durante el primer trimestre de este año, superando las estimaciones del mercado.