El gobierno chino lidera el ranking de países que más veces aplicó la pena capital durante el año 2020 de acuerdo a un informe de Amnistía Internacional. El problema es que no es posible establecer el número exacto debido a la reticencia del país a brindar información: “Se cree que la nación asiática ejecuta a miles de personas cada año”, denunciaron en el documento publicado este martes. Se especula con que muchas de las ejecuciones estén vinculadas a restricciones contra el coronavirus 

De acuerdo al organismo de derechos humanos, no es posible establecer con exactitud la cantidad de ciudadanos chinos que fueron ejecutados debido a que esos datos “son secreto de Estado” y carecen de la transparencia. Por esa razón, Amnistía Internacional argumentó que dejaron de contabilizar en 2009 las cifras que brindaba el gobierno de Xi Jinping.  

Sin embargo, si trascendió que China ejecutó “al menos un hombre” en el marco de su decisión de castigar delitos relacionados con las medidas de prevención del Covid-19: “Las autoridades (chinas) anunciaron una campaña contra la delincuencia que afectó a las iniciativas de prevención de la Covid-19; además, autorizaron la tramitación acelerada de casos, lo que dio lugar a la ejecución de al menos una sentencia de muerte a una velocidad escalofriante”, denunció el informe que publicó la ONG sobre relevamiento de la pena de muerte realizado a nivel mundial. 

 

Los países que más personas ejecutaron

A nivel global, al menos 483 personas fueron ejecutadas en 2020. Además de China, Corea del Norte, Siria y Vietnam tampoco contabilizaron muertes “oficiales” debido a su negativa de brindar información fehaciente.

Por lo tanto, el ranking de naciones que más aplicaron la pena capital durante el año pasado está encabezado por: 

• Irán: 246 ejecuciones
• Egipto: 107 ejecuciones (triplicó su cifra respecto a 2019)
• Irak: 45 ejecuciones
•  Arabia Saudita: 27 ejecuciones(disminuyeron las ejecuciones en un 85%)
• Estados Unidos: 17 ejecuciones

 

El menor número de muertes en 10 años

De acuerdo al texto de Amnistía Internacional, es el número más bajo registrado por al menos una década ya que representa una disminución del 26% respecto a 2019, y del 70% desde el máximo de 1.634 ejecuciones alcanzado en 2015. 

Por otra parte, el número de condenas a muerte de las que se tuvo noticia que se habían impuesto en todo el mundo (al menos 1.477) también disminuyó un 36% respecto a 2019. La ONG registró disminuciones en 30 de 54 países. Aunque luego reconocieron que estas disminuciones “parecerían estar relacionadas con retrasos de los procedimientos judiciales, debidos a la pandemia”. 

Las excepciones notables fueron Indonesia, donde las condenas a muerte registradas en 2020 (117) aumentaron un 46% respecto a 2019 (80), y Zambia, que en 2020 impuso 119 condenas a muerte, 18 más que en 2019 y la cifra más alta registrada en el África subsahariana.