China lanza histórico paquete de estímulos para evitar la desaceleración económica
Beijing impulsa reformas en el sector financiero e inmobiliario para estabilizar su economía y evitar caer en una espiral deflacionaria que lleve al gigante asiático a una “japonización”
China lanzará diversas medidas para reactivar su economía, en el marco de un amplio paquete de estímulos a sectores clave, entre ellos el financiero, el inmobiliario y el mercado de valores. Este conjunto de políticas busca incentivar el consumo y la inversión, en un esfuerzo por alcanzar el objetivo de crecimiento del 5% anual, que ha estado bajo amenaza debido a una desaceleración más rápida de lo previsto.
Entre las medidas destacadas, el Banco Popular de China (Banco Central) redujo el coeficiente de reservas de los bancos a su nivel más bajo desde 2020, lo que permitirá liberar más de 140.000 millones de dólares en liquidez. Adicionalmente, se rebajarán los tipos de interés para fomentar el crédito, tanto a nivel corporativo como de los consumidores. También se reducen las tasas de interés en préstamos hipotecarios ya existentes, generando un ahorro estimado de 21.000 millones de dólares para los hogares, que previsiblemente se volcarían al consumo.
Medidas
El sector inmobiliario, uno de los más afectados en los últimos años, recibirá un apoyo significativo con la flexibilización de las reglas para la compra de segundas viviendas y la conversión de inmuebles sin vender en viviendas sociales. Este enfoque busca estabilizar un mercado que ha visto un fuerte deterioro en los precios, poniendo en riesgo la estabilidad de la segunda economía mundial.
El índice bursátil CSI 300 respondió positivamente, subiendo un 1,3% con un fuerte repunte de más de 200 empresas. Sin embargo, a pesar del optimismo del mercado, algunos analistas mantienen sus dudas sobre si estas políticas serán suficientes para contrarrestar las crecientes presiones deflacionarias y la prolongada crisis inmobiliaria, problemas que podrían derivar en lo que algunos llaman la "japonización" de la economía china.
“Japonización”
Y es que China lleva varios trimestres en el camino de la 'japonización', un mal o enfermedad que atrapa a la economía en una espiral de bajo crecimiento, baja inflación, escasa inversión y consumo, lo que termina 'congelando' el crecimiento del PIB agregado. Japón lleva décadas luchando contra esta enfermedad que comenzó a expandirse en su economía en los 90 tras el estallido de una burbuja inmobiliaria histórica.
La decadente demografía, elevado nivel de deuda y el miedo a cometer los errores del pasado llevaron a los japoneses a evitar el crédito, reducir el consumo y aumentar su ahorro de forma estructural, dejando a la economía en una suerte de eterno letargo del que aún no han salido. China parece seguir los mismos pasos que Japón. Con estas medidas intentar escapar del 'mal' japonés o 'japonización' antes de que sea demasiado tarde.
Plazos
Aunque las nuevas medidas han sido bien recibidas, queda por ver si serán suficientes para superar los desafíos estructurales más profundos, como el envejecimiento de la población y la elevada deuda privada.
El consenso de los economistas considera que el impulso al crecimiento de 2024 será de alrededor de 0,2 puntos porcentuales, y la mayor parte del impacto se notará en 2025.