China dio un paso decisivo hacia el liderazgo mundial en robótica con la salida al mercado de sus primeros robots humanoides, impulsada por avances en inteligencia artificial, 5G y computación de alto nivel. Empresas como EngineAI y Leju Robotics ya comercializan modelos que, además de realizar tareas complejas, se integran en sectores clave como la educación, la seguridad y la industria automotriz.

Según el Instituto Chino de Electrónica, el mercado nacional de robots humanoides alcanzará los 870.000 millones de yuanes (121.000 millones de dólares) en 2030. Esta proyección refleja una transición que dejó atrás la etapa experimental y colocó a la robótica en el centro del desarrollo económico.

EngineAI lanzó en abril sus primeros robots comerciales en plataformas de e-commerce. Su modelo insignia, el PM01, cuenta con 24 grados de libertad y se desplaza a una velocidad de 2 metros por segundo. Este dispositivo puede ejecutar tareas exigentes como volteretas, bailes y patrullajes callejeros. También se adapta a múltiples entornos gracias a su arquitectura compatible con diferentes sistemas. La compañía ya distribuyó unidades en ámbitos educativos, brigadas de incendios y fuerzas de seguridad. Su objetivo es entregar 1000 unidades en el primer año.

En paralelo, Leju Robotics integró cinco robots humanoides en las líneas de montaje de la automotriz FAW Hongqi. Bajo el nombre Kuavo, estos dispositivos trabajan en logística industrial: transportan cajas, clasifican documentos y operan en espacios reducidos. Su diseño bípedo les permite subir escaleras y desplazarse en condiciones similares a las de un ser humano. Actualmente se encuentran en fase de prueba, pero comenzarán a funcionar de forma regular antes de fin de año.

El avance no se limita al sector privado. El gobierno chino impulsa esta industria como eje estratégico de desarrollo. Hefei, uno de los polos tecnológicos del país, creó un fondo de 10.000 millones de yuanes para fomentar la robótica inteligente. La ciudad triplicó su inversión en la última década y convirtió este rubro en el núcleo de su plan industrial para los próximos diez años. Según Wang Haixia, teniente de alcalde, en 2024 la producción del sector superó los 50.000 millones de yuanes y el número de empresas creció un 83%.

Otras provincias como Guangdong, Sichuan y Shanxi también lanzaron iniciativas para apoyar el crecimiento de startups y fabricantes del rubro. La combinación de recursos públicos, demanda industrial y tecnologías emergentes genera un ecosistema fértil que busca posicionar a China como potencia mundial en robótica humanoide.

El país apuesta a combinar inteligencia artificial con movilidad avanzada y autonomía operativa para crear robots cada vez más versátiles. Lo que comenzó como una promesa tecnológica ahora se traduce en productos que ya forman parte de la vida cotidiana. En los próximos años, los humanoides podrían convertirse en actores habituales en fábricas, escuelas, calles y oficinas públicas del gigante asiático.