El gobierno francés anunció la convocatoria a trabajar al personal de un nuevo depósito de combustible para paliar el desabastecimiento en Francia, donde el gigante TotalEnergies propuso un aumento salarial en 2023 menor que el reclamado por los huelguistas, que continúan con la huelga.

Casi un tercio de gasolineras, sobre todo en París y el norte de Francia, carecen de combustible por el paro que mantienen desde fines de septiembre los trabajadores de seis de las siete refinerías del país para reclamar un alza salarial. La situación, sin embargo, es más complicada en algunas regiones. En los Altos de Francia, las estaciones de servicio con problemas de escasez de carburantes superan el 50%. En la región parisina de Ile-de-France hay más de un 40% de las estaciones afectadas.

"El gobierno asume su responsabilidad" e "inició la requisa de personal para que se hiciera efectiva este mediodía en un depósito próximo a Dunkerque (norte), indicó a la agencia AFP una fuente de la oficina de la primera ministra, Élisabeth Borne.

En distintas regiones de Francia, incluyendo a París, la capital, se registran colas de vehículos de varios kilómetros de extensión frente a las estaciones de servicio que todavía cuentan con combustible, e incluso en algunos lugares aplican racionamiento en la provisión. En Vaucluse ya la semana pasada se había limitado la venta de combustible a 30 euros o 30 litros como máximo, con el objetivo de abastecer al mayor número posible de personas. Además, los servicios de emergencia, las fuerzas del orden y algunos servicios como los empleados de telecomunicaciones o de agua tienen prioridad, con colas exclusivas para ellos.

En la Alta Provenza también han comenzado los racionamientos. Los conductores sólo pueden llenar 30 litros del depósito o llevarse esta cantidad en bidones, para evitar que la situación se agrave. En la prefectura de Var, esta misma situación se vive desde el pasado lunes, dicen medios locales.

En otros lugares, la policía negaba el acceso a las estaciones de servicio a los vehículos con más de medio tanque cargado.

Según el medio RFI, los trabajadores se sienten despreciados por los altos mandos de la empresa, que publicó cifras incorrectas acerca de sus ingresos, afirmando que ganaban alrededor de 5.000 euros mensuales. Un promedio de salarios que los sindicatos rechazaron, diciendo que los ingresos son muy variables de un cargo a otro. "Evidentemente, la empresa prefiere echar leña en lugar de desactivar el conflicto con una negociación, que es bastante sencilla de organizar. El anuncio de las requisas por parte del gobierno fue la gota que rebasó el vaso. La protesta es legítima y no se les ocurre nada mejor que enviar a la policía para que nos manden a trabajar a la fuerza", declaró a RFI Marin Guillotin, delegado del sindicato Force Ouvrière. 

Los trabajadores ya anunciarón que seguirán en huelga hasta que consigan un alza salarial del 10% y una recuperación de la inflación del último año. Más temprano  esta mañana, TotalEnergies anunció un aumento de salario del 6% en 2023 y una prima excepcional de un mes, que fueron rechazadas por los trabajadores.