Crece la preocupación de los consumidores estadounidenses por la morosidad
El temor de los hogares de EEUU a no poder cumplir con los pagos de sus deudas llegó a su mayor nivel desde el 2020, según la Fed de Nueva York
La probabilidad de que los hogares endeudados en Estados Unidos caigan en morosidad en los próximos tres meses alcanzó en septiembre su nivel más alto desde abril de 2020, de acuerdo con una encuesta del Banco de la Reserva Federal (Fed) de Nueva York. El índice de incumplimiento anticipado subió al 14,2%, marcando el cuarto mes consecutivo de aumentos y evidenciando una creciente preocupación sobre la estabilidad financiera de los hogares.
Este deterioro estuvo impulsado principalmente por los consumidores de mediana edad, quienes perciben mayores dificultades para cumplir con los pagos mínimos de sus deudas, según los datos de la Encuesta de Expectativas del Consumidor, publicada el martes.
Economía dividida
Los resultados refuerzan la percepción de una creciente disparidad económica en Estados Unidos. Mientras que algunos hogares han visto incrementado su patrimonio neto gracias al repunte en el mercado bursátil, otros se han visto obligados a acumular deudas en un entorno de altas tasas de interés. Según el informe, menos consumidores afirmaron estar en una mejor situación financiera en comparación con el año anterior, lo que subraya el impacto desigual de la recuperación económica.
A pesar del deterioro en la percepción financiera actual, la encuesta mostró que los encuestados son más optimistas sobre el futuro. Un mayor número de personas espera mejoras en su situación financiera y un acceso más favorable al crédito en los próximos 12 meses, impulsados por la fortaleza del mercado laboral, el aumento en las cotizaciones bursátiles y la expectativa de una posible baja en las tasas de interés.
Expectativas estables
Por otro lado, las expectativas inflacionarias se mantuvieron relativamente estables. La inflación prevista para dentro de un año se ubicó en el 3%, mientras que las expectativas a más largo plazo mostraron un leve incremento, aunque permanecieron por debajo de ese nivel.
Las proyecciones sobre el aumento del precio de la gasolina para los próximos 12 meses bajaron al 3,4%, el menor nivel en dos años, mientras que la inflación de alimentos, que había caído en agosto, volvió a repuntar. En cuanto a los alquileres, las expectativas se moderaron al 6,3 por ciento.