Donald Trump continúa con las propuestas cada vez más agresivas para combatir a la inmigración legal y los economistas estadounidenses lanzaron una advertencia: temen que estas hipotéticas medidas representen un duro golpe para el mercado de trabajo local. Según argumentaron, se trata de un sector que se mantuvo fuerte gracias a la mano de obra extranjera.

Desde la asunción de Joe Biden en el gobierno, miles de inmigrantes entraron legalmente a Estados Unidos. La mayoría bajo programas de visados, admisión de refugiados y otros son exconvictos con libertad condicional.

 

 

El gobierno de Trump se caracterizó, entre otras medidas, por endurecer las políticas migratorias. Entre 2017 y 2021, hubo deportaciones masivas, campos de detención y se reforzó el famoso muro fronterizo con México, que se hizo eco en distintos países por su imponencia. Durante esos años, fotos de extranjeros trepando aquella valla de 1.123 kilómetros recorrieron internet. 

El argumento para la reconstrucción de semejante estructura fue que la mano de obra extranjera "reduce los salarios para todos y quitan puestos de trabajo" a los estadounidenses nativos. Una idea típica de las políticas republicanas en Estados Unidos y en el mundo.

Estados Unidos elige presidente este año y Trump es el candidato por el Partido Republicano. El exmandatario irá en busca de la revancha en su país, por lo que economistas y empresarios locales advirtieron sobre el eventual endurecimiento de las políticas migratorias, tal como sucedió tiempo atrás.

Para ellos, los planes del empresario podrían desencadenar un mayor desempleo y un crecimiento más lento de la economía estadounidense. También apuntaron sobre la posibilidad de una fuerte caída en sectores claves, como la construcción, los servicios de alimentación y la agricultura. 

Las posibles medidas restrictivas sobre el flujo migratorio también podrían disparar la inflación local, uno de los temas de mayor preocupación en los estadunidenses y de los principales filtros a la hora de elegir un candidato presidencial. Joe Biden y Donald Trump volverán a competir por la Casa Blanca.

Según estimaciones desprendidas de la Oficina Presupuestaria del Congreso de Estados Unidos, la población activa habría aumentado 5,2 millones de personas en 2023, sobre todo gracias a la inmigración neta. De esta evaluación también se arrojó la idea de que la economía local crecería cerca de USD 7 billones más de lo que lo haría sin flujo migratorio en la próxima década.

 

Hay que tener en cuenta que la economía se recuperó de la pandemia, sobre todo, gracias a la mano de obra extranjera, según los propios analistas.

La economista de la Universidad de Colorado en Denver especializada en política de inmigración, Chloe East, aseguró que "la economía no es un juego de suma cero". "Cuando una persona tiene un trabajo, eso no significa un trabajo menos para otra persona". 

East se refirió a la promesa restrictiva de Trump y dijo que "eso se traduciría en una mayor tasa de desempleo para los trabajadores nacidos en Estados Unidos, ese no es un efecto temporal".

La promesa de una deportación masiva

Trump no teme lanzar "la mayor operación de deportación doméstica en la historia de Estados Unidos",  si es elegido presidente por segunda vez. Junto a sus colaboradores, el exmandatario propuso la expulsión de 11 millones de personas. Esta eventual política de deportación masiva estaría impulsada por la construcción de campos de detención para acelerar el proceso.

Incluso barajó la idea de fomentar medidas que tomó durante su primer mandato, como el programa "Permanecer en México". Aquella política obligaba a miles de extranjeros deseosos de asilo a esperar en su país, hasta que le llegue una cita en el tribunal de Estados Unidos. También incluía la capacidad de los agentes fronterizos de "devolver" a los inmigrantes a sus países de origen, luego de detenerlos.

Trump volvió sobre este tema en un acto que hizo en mayo. Allí aseguró que a los extranjeros "se les cuida mejor que a la gente que está en el país, desesperada por encontrar trabajo". Prometió que, de llegar a la Casa Blanca, "la quiebra económica de Biden será rápidamente sustituida por el auge económico de Trump".

Trump vs. Biden: la política migratoria es una cuestión de Estado

A través de un comunicado, la campaña de Trump dijo que el presidente Biden está "inundando la reserva de mano de obra de Estados Unidos con millones de migrantes ilegales de bajos salarios", que están "atacando directamente los salarios y las oportunidades de los estadounidenses trabajadores."

La jefa de prensa del republicano, Karoline Leavitt, dijo que la política oficialista de conceder permisos de trabajo es "devastadora para los afroamericanos, los hispanoamericanos y los trabajadores sindicalizados". Personas que "se ven obligadas a ver cómo sus empleos y recursos públicos son robados por personas a las que Joe Biden nunca debería haber permitido entrar en nuestro país."

 

Más inmigración, ¿igual a menos salarios y oportunidades?

Algunas investigaciones académicas demostraron que el aumento de la inmigración reduce los salarios y las oportunidades de empleo de todos los trabajadores. El economista de Harvard George Borjas, publicó un informe en el que indicó que un aumento del 10% en el número de inmigrantes dentro de un grupo concreto, reduciría el salario de ese grupo entre un 3% y un 4%. Esto podría afectar especialmente a los trabajadores con niveles educativos más bajos.

Sin embargo, el estudio también demostró que los salarios más bajos pueden suponer mayores beneficios para un empresario y que esas ganancias añadidas hacen crecer la economía de los trabajadores nativos.

En tiempos "normales", es decir, sin grandes crisis, los empresarios tienen menos incentivos para subir los salarios cuando hay tanta gente buscando trabajo. Los inmigrantes indocumentados también tienen menos capacidad de presión para exigir un aumento salarial, lo que podría hacer bajar los salarios en determinados sectores. En general, los salarios están subiendo y la tasa de desempleo se mantuvo baja.

Hay pruebas de que empujar a los inmigrantes a marcharse perjudica a la economía en general. Un artículo publicado en 2023, arrojó cuáles son los efectos en el mercado laboral de "Comunidades Seguras", un programa lanzado durante el gobierno de Obama.

Aquella iniciativa habilitaba al FBI a compartir los datos de las huellas dactilares de las personas detenidas y así determinar si habían cometido infracciones de inmigración. El artículo constató que, por cada 100.000 trabajadores inmigrantes indocumentados que se veían obligados a abandonar el país, también había alrededor de 9.000 puestos de trabajo menos.

Esto se debe a que muchos de los trabajos que desempeñan los inmigrantes ilegales son cruciales para mantener otros empleos. Un restaurante, por ejemplo, puede contratar a un trabajador indocumentado como ayudante de camarero o cocinero. El propietario también contrata a camareros y anfitriones, puestos de trabajo en los que es más probable que trabajen nativos.

Si de repente no habría más mano de obra extranjera, el restaurante tendría problemas para funcionar.  El economista especializado en migración internacional de la Universidad George Mason, Michael Clemens, aseguró que "el trabajo de un ciudadano estadounidense sirviendo una mesa en un restaurante se complementa con el trabajo de un trabajador posiblemente no autorizado en la parte trasera del restaurante". Para él, "ninguno de esos trabajos puede darse sin el otro".

 

 

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