EEUU libera reservas de petróleo para bajar los precios

Anunció que por seis meses lanzará al mercado un millón de barriles diarios, lo que llevó ya a una disminución de los valores del crudo Brent y el West Texas Intermediate

BAE Negocios

En una movida sin precedentes, el gobierno de Estados Unidos anunció que inyectará en el mercado en los seis próximos meses alrededor de 180 millones de barriles de petróleo sin refinar procedente de su reserva estratégica, a un ritmo promedio de un millón diario, con el objetivo de frenar el alza de los precios del combustible.

Es el equivalente de más del 1% de la demanda mundial de crudo, lo que significa que, de aquí a octubre, más del 30% de las reservas de crudo estadounidense serán enviadas a refinerías para que las procesen y conviertan en gasolina y otros derivados, informó el diario El Mundo.

 La Reserva Estratégica de Petróleo de Estados Unidos está constituida por una serie de cuevas junto al Golfo de México, donde se concentran las refinerías de ese país.

La medida cumplió con su objetivo principal, que era tomar por sorpresa al mercado y forzar una caída del precio. Así, tras la confirmación de la noticia, el barril de Brent, que es el petróleo de referencia mundial, caía un 4,4%, y el de West Texas Intermediate, que se emplea en EEUU, un 4 por ciento.

 

Problemas

El Gobierno de Joe Biden quiere frenar la espiral de precios en la que ha entrado EEUU junto con el resto del mundo debido tanto a los cuellos de botella ocasionados por el Covid-19 en la cadena de suministros globales como a la salida del mercado mundial de petróleo de aproximadamente dos millones y medio de producción rusa.

El problema se agravó por la negativa de la OPEP+, que es el cartel de los grandes exportadores, entre los que está Rusia, a aumentar de manera significativa la producción de crudo. Ese grupo preveía subir la producción en 400.000 barriles diarios en mayo y, tras la invasión rusa de Ucrania y las sanciones a Moscú, ha elevado esa cantidad en unos minúsculos 36.000 barriles, algo así como el 0,45% de la demanda global de petróleo.

Con todo, la decisión no va a ser una varita mágica que resuelva los problemas de escasez del petróleo y el gas mundiales. El crudo -es decir, petróleo sin refinar- de la Reserva tiene un alto contenido de azufre, lo que permite usarlo como sustituto del petróleo ruso. Pero, al mismo tiempo, su refinación conlleva un proceso caro, en el que frecuentemente se emplea energía generada por medio de gas natural, cuyo precio está en máximos históricos. Además, el petróleo gastado deberá reponerse en 2023, lo que hará, según Goldman Sachs, que la apertura de la Reserva reduzca el precio en 15 dólares este año pero lo aumente en 5 el que viene.

 

Alternativas

El plan de Biden es combinar la apertura de la Reserva con otras dos medidas en las que está trabajando Estados Unidos, aunque no dependen de ese país. La primera sería una liberación de más reservas de crudo por parte de otros países industrializados, algo que Washington ha pedido a la Agencia Internacional de la Energía que coordine.

La segunda decisión es reflotar el acuerdo entre EEUU y el grupo 5+1 (China, Rusia, Gran Bretaña, Alemania, Francia y la UE) para permitir a Irán desarrollar su programa nuclear, lo que permitiría levantar las sanciones que el Gobierno de Donald Trump impuso a ese país.

La apuesta de la Casa Blanca es que estas reservas de petróleo sirvan como un 'puente' hasta que a final de año Irán, libre de sanciones, pueda aportar más de medio millón de barriles diarios, y los productores de EEUU que usan la técnica de extracción conocida como 'fracking' añadan otro millón más.

 

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