El 80% en América Latina ya utiliza IA, pero pocos verifican los datos
Un estudio revela que la mayoría recurre a la IA para consultas diarias, aunque muchos comparten datos sensibles sin medir los riesgos.
El uso de la inteligencia artificial (IA) dejó de ser una tendencia para convertirse en parte de la vida cotidiana de millones de latinoamericanos. Según un relevamiento realizado por la firma de seguridad informática Eset, el 80% de los habitantes de la región ya utiliza estas herramientas para resolver tareas académicas, laborales o de consumo, aunque gran parte de ellos no contrasta la información obtenida ni protege adecuadamente sus datos personales.
El estudio, que abarcó a usuarios de México, Venezuela, Colombia, Argentina, Perú, Guatemala, Chile, Ecuador, El Salvador, Uruguay, Panamá, Honduras, Costa Rica, Nicaragua, Bolivia, República Dominicana y Paraguay, muestra una paradoja: mientras la IA gana espacio en la rutina diaria, solo seis de cada diez personas verifican los resultados que reciben. En paralelo, el 14% de los encuestados admitió que nunca lo hace y un 3% reconoció que lo hace solo de manera ocasional, informa la Agencia Sputnik.
Chequeos
"Si bien los modelos de IA pueden ofrecer información útil y precisa, no están exentos de generar respuestas incorrectas o sesgadas. Para cuestiones sensibles como salud, finanzas o trámites legales, siempre es aconsejable contrastar con fuentes oficiales", advirtió Camilo Gutiérrez Amaya, jefe del laboratorio de investigación de Eset para Latinoamérica, en una entrevista con el medio mexicano La Jornada.
Un caso ilustrativo es el de la influencer Mery Caldass y su pareja, quienes consultaron a ChatGPT si necesitaban visa para viajar a Puerto Rico. La respuesta fue negativa, pero al intentar abordar el vuelo descubrieron que el permiso era obligatorio, lo que frustró sus planes.
La encuesta también reveló que el 40% de los entrevistados comparte información personal o laboral en chats de IA, mientras que un 17% lo hace de manera constante. En tanto, un 25% reconoce que lo hace de vez en cuando. Estos hábitos, según Eset, exponen a los usuarios a riesgos crecientes, ya que los sistemas pueden ser objeto de ataques cibernéticos que manipulen las respuestas y faciliten delitos digitales.
Desconfianza
Otra señal de alerta es que el 60% de los encuestados no lee las políticas de privacidad y la mitad de ellos no aplica medidas mínimas de protección de datos. "Es aconsejable evitar compartir información sensible, como contraseñas o datos bancarios, porque esos registros pueden ser utilizados para entrenar futuros modelos y quedar expuestos en el futuro", agregó el informe.
El análisis concluye que el crecimiento de la inteligencia artificial en América Latina es innegable, pero la región aún enfrenta un desafío: aprender a usar estas plataformas de manera responsable, segura y consciente, evitando que una herramienta de gran potencial se convierta en una fuente de problemas.