El Congreso estadounidense evitó el llamado "cierre del Gobierno", al aprobar en tiempo récord una ley que amplía la financiación para asuntos clave por 45 días.

Sólo tres horas antes de la fecha límite y después de la aprobación exprés de la Cámara Baja, el Senado de Estados Unidos aprobó una norma que esquivó tanto un aumento en la ayuda a Ucrania como mayores fondos para la frontera, dos temas polémicos que trababan la discusión presupuestaria.

"Hemos evitado el cierre. El bipartidismo, que ha sido la marca registrada del Senado, ha prevalecido, y el pueblo estadounidense puede respirar aliviado", afirmó el líder de la mayoría demócrata en la Cámara Alta, Chuck Summer, minutos antes de que se celebrara una votación con el resultado de 88 a favor y 9 en contra de la norma.

Pese a que la ley, que raudamente firmada por el presidente Joe Biden, no contempla seguir ayudando a Ucrania, Summer afirmó que acordaron con el líder republicano Mitch McConnell continuar "luchando" para que el presupuesto definitivo incluya partidas para ayuda a Kiev.

En un comunicado, Biden celebró el acuerdo bipartidista y afirmó que "nunca" se debería haber estado "en esta posición", con los "republicanos extremistas" evitando el consenso y exigiendo "recortes drásticos y devastadores".

En la Cámara de Representantes (Cámara Baja), de mayoría republicana, la ley obtuvo un total de 334 votos a favor, 209 de congresistas demócratas y 125 de republicanos.En tanto que un total de 91 republicanos votaron en contra, muchos de ellos pertenecientes al grupo de afines al expresidente Donald Trump, que se agrupan bajo el "Freedom Caucus" (El Caucus de la Libertad) y también conocidos como MAGA (por el "Make America Great Again", lema que el expresidente utilizó en su primera campaña electoral), quienes cuestionan a McCarthy por considerarlo demasiado moderado.

Mediante esta sanción "in extremis", el parlamento evitó temporalmente (hasta el 17 de noviembre), el cierre del Gobierno, que habría tenido severas consecuencias para el funcionamiento de la administración del país y también para su economía, tal como advirtieron especialistas y calificadoras de riesgo.

"No quiero ser parte del equipo que cree que la única opción es cerrar y no pagar a nuestras tropas", afirmó McCarthy en una rueda de prensa tras la votación. Prefiere, añadió, "ser parte de un grupo conservador que quiere que las cosas se solucionen".

Ucrania y la frontera sur eran los puntos de mayor fricción entre demócratas y republicanos y finalmente McCarthy optó por sacarlos del tablero de juego para lograr un apoyo bipartidista, pese al rechazo de los radicales de su partido.

En opinión del líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Hakeem Jeffries, en las negociaciones se pasó de "recortes devastadores que habrían impactado la seguridad sanitaria y el bienestar económico del pueblo estadounidense" a "un acuerdo de gasto que satisface las necesidades del pueblo estadounidense en todos los ámbitos".

"Los extremistas republicanos de MAGA han perdido. Fue una victoria para el pueblo estadounidense y es una rendición completa y total", afirmó.

La Administración pública iba a quedarse sin fondos a la cero hora de hoy, lo que implicaría el cierre de la mayoría de las agencias gubernamentales, museos y parques nacionales, mientras que 1,3 millones de militares y cientos de miles de funcionarios iban a dejar de percibir su salario.

Además, según Goldman Sachs, el cierre podría afectar a la economía estadounidense, reduciendo el Producto Interno Bruto (PIB) entre 0,15 y 0,2 puntos porcentuales por cada semana que dure.

En junio último, EE.UU. estuvo al borde de un default de su deuda soberana, lo que se evitó gracias a que el republicano McCarthy llegó a un acuerdo con el presidente Biden mediante el cual el Congreso permitió que el Ejecutivo siguiera tomando dinero prestado para sus deudas, pero a cambio de fijar límites específicos en el gasto gubernamental.