El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, propuso a los líderes europeos dar al Reino Unido una extensión de hasta un año, con la opción de que Londres puede salir antes si encuentra una forma, pero aún no hay acuerdo sobre esto. La idea de Tusk es evitar una salida desordenada del Reino Unido que perjudique el comercio y a muchos estados miembro y también que la UE tenga que estar discutiendo nuevas extensiones del Brexit cada pocas semanas sin poder ocuparse de otros temas.

En una nueva señal de los peligros de un Brexit sin acuerdo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que el Reino Unido sufrirá un "serio shock" si abandona el bloque sin reglas claras sobre su futura relación con su mayor socio comercial. Algunos dentro de la UE temen que, en caso de una prórroga muy larga, los representantes británicos en las instituciones europeas torpedeen cuestiones clave como el presupuesto.