Los partidos políticos de España iniciarán mañana el debate de investidura del líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, quien fue el candidato más votado en los comicios del pasado 23 de julio, pero que hasta el momento no cuenta con el apoyo necesario para encabezar el Ejecutivo español.

Aunque todo indica que está destinado al fracaso, se trata de un paso necesario para que luego el rey encargue la formación de un nuevo Gobierno al socialista Pedro Sánchez, quien viene llevando adelante negociaciones con los partidos independentistas para asegurarse esos respaldos cuando sea su turno, y evitar así la repetición de los comicios.

Núñez Feijóo pronunciará ante los legisladores su discurso en el que anunciará el "programa del Gobierno que pretende formar y solicitar al Congreso la confianza para hacerlo".

Pero la votación que determinará si Feijóo es presidente del Gobierno tendrá lugar en el pleno que se celebrará el miércoles 27 de septiembre a partir de las 9 horas.

"Pasaré o no por la presidencia del Gobierno, ahora o pronto, pero en lo que a mí respecta, lo que quedará para España será libertad, igualdad y dignidad", dijo ayer Núñez Feijóo en una multitudinaria concentración conservadora en Madrid, con lo que dejó entrever sus propias dudas de que consiga los votos necesarios para gobernar España.

El acto de ayer fue en sí mismo una admisión de derrota, porque fue convocado para rechazar la ley de amnistía que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) negocia con los independentistas catalanes de Junts por el Catalunya (JvC) y de Esquerra Republicana (ERC), un compromiso que sólo podría cumplir si el PP y sus aliados son derrotados en el debate de investidura que comienza mañana.

Como para alentar los rechazos del bloque que integran el PP y la formación ultraderechista Vox, el ERC reveló que las negociaciones por la amnistía a los alrededor de 1.400 condenados por el proceso independentista de 2017 están en la fase técnica, porque “la parte política ya está resuelta”.

Como todavía es una negociación en curso, la portavoz de ERC, Raquel Sans, le recordó al presidente en funciones, Pedro Sánchez, que "no tiene los votos garantizados y tendrá que trabajar en este sentido si quiere ser presidente del Gobierno español", y destacó que las condiciones del ERC son "amnistía, autodeterminación y bienestar de la ciudadanía".

De todas formas, las negociaciones deberán cerrarse antes de que sea el turno de Sánchez, para lo cual primero tiene que concretarse el fracaso de la investidura de Núñez Feijóo, tras lo cual el rey Felipe VI tendrá que volver a convocar a los líderes políticos y encargarle formar Gobierno al líder del PSOE, que fue el segundo más votado en las elecciones del 23 de julio.

El Gobierno no aclaró si Sánchez intervendrá en el debate que comienza mañana y minimizó la concentración de ayer del PP, a la vez que eludió pronunciarse sobre si el expresidente catalán Carles Puigdemont, que continúa autoexiliado en Bélgica, debe ser juzgado.

La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, dijo que el "protagonismo" de mañana le corresponde a Núñez Feijóo, y destacó que el Gobierno "se ha mostrado en todo momento respetuoso con el procedimiento de investidura".

La vocera dijo que no importa si ayer el PP reunió 30, 40 o 60.000 personas en su acto sino los 176 votos que necesita para ser investido presidente, y a día de hoy, subrayó, Feijóo "cuenta solo con 172 (votos), es decir, está en el lugar en el que comenzó".