España superó las 1.000 muertes por calor en julio último
La cifra es un 42% más alta que la registrada el año pasado, según datos oficiales
Un total de 1.504 personas murieron debido a las altas temperaturas en España entre el 15 de mayo y el 5 de agosto de este año, según datos del MoMo, sistema gestionado por el Instituto de Salud Carlos III. La cifra representa un aumento del 42% comparado con el mismo periodo de 2024, cuando se registraron 1.059 muertes, informan medios locales.
El pasado Julio fue el mes más crítico, con 1.060 fallecimientos relacionados con el calor extremo, frente a los 674 de julio de 2024. En junio se contabilizaron 407 muertes, frente a las 32 del año anterior.
Solo en lo que va de agosto, se estima que 58 personas han muerto por causas atribuibles a las elevadas temperaturas que azotan a la península ibérica.
Catalunya es hasta ahora la comunidad autónoma más afectada, con 250 muertes por calor en julio. Le siguen Madrid con 129 fallecimientos y Galicia con 107 fallecimientos
En contraste, la Comunidad Valenciana, Ceuta y Melilla no registraron muertes atribuibles al calor en el mes de julio, de acuerdo con el informe del Ministerio de Sanidad.
España ya atravesó 90 olas de calor en lo que va del siglo XXI, el doble que en el periodo 1975-1999, cuando se registraron 44, según la Agencia Estatal de Meteorología.
Cambios
El aumento también se refleja en la duración de los ciclos de calor extremo: en 2015 se alcanzó el récord con 26 días continuos de ola de calor.
Entre 2000 y 2024, se contabilizaron 474 días de calor extremo, un incremento del más del 50% respecto a los 212 días registrados entre 1975 y 1999. Este fenómeno afecta ahora a regiones que antes no presentaban condiciones extremas.
El incremento de la temperatura media es uno de los principales factores. Según la Aemet, desde 1961, la temperatura media anual ha subido 1,70 °C, y en verano, el aumento es de 1,85 °C.
Afectados
Este calentamiento favorece olas de calor más intensas, largas y extensas geográficamente. Además, impacta especialmente a personas mayores, con enfermedades crónicas o en condiciones de vulnerabilidad.
Muchas muertes no se producen directamente por golpes de calor, sino por la descompensación de enfermedades previas agravadas por el calor extremo.