El hijo del presidente de los Estados Unidos, Hunter Biden, reconoció haber fumado queso parmesano cuando era adicto a las drogas: "Una vez pasé 13 días sin dormir, fumando crack y bebiendo vodka, exclusivamente, durante todo ese tiempo", fue otra de las confesiones que brindó en una entrevista televisiva. Sus adicciones a los narcóticos también fueron relatadas en su autobiografía próxima a publicarse. 

"Pasé mucho tiempo sobre mis manos y rodillas, hurgando en las alfombras, fumando cualquier cosa que se pareciera remotamente a la cocaína crack. Probablemente fumé más queso parmesano que cualquier otra persona”, contó el segundo hijo del mandatario norteamericano en un dialogo con la cadena de noticias CBS.

Su adicción marcó su historia de manera tal que Hunter afirmó que “nunca desaparece. Solo se esconde”. En ese sentido, agregó que “siempre está a un paso de tomar la decisión equivocada” y volver a consumir estupefacientes. 

Las declaraciones de Hunter Biden se dieron en el marco del próximo lanzamiento de sus memorias, "Beautiful Things", donde revela algunos de los episodios más controvertidos de su vida personal.

"Una vez vino (Joe Biden) a mi apartamento [...] Eso tuvo lugar cuando él era vicepresidente, por lo que abandonó el Servicio Secreto y encontró la manera de llegar a mi casa [...] Y yo dije, '¿Qué estás haciendo aquí?'. Él dijo: 'Cariño, ¿qué estás haciendo?'. Le repliqué: 'Papá, estoy bien'. Él dijo: 'No estás bien'", narró. 

Hunter Biden, de 50 años, fue expulsado de la Fuerza Naval en 2014 luego de dar una prueba positiva de cocaína. Desde ese momento se dedicó a combatir su adicción a las drogas y el alcohol. 

Eso no evitó que durante último debate presidencial, Donald Trump se burlarla del uso de cocaína del hijo del futuro presidente del Partido Demócrata: "Estoy orgulloso de él. Estoy orgulloso de mi hijo", fue la respuesta de Joe Biden en uno de los momentos más tensos de esa noche.