El Reino Unido superó los 42.000 muertos por coronavirus y el Gobierno estudia cerrar los pubs y restaurantes dos semanas y prohibir reuniones entre personas no convivientes, informó el diario The Times, lo que marcaría un drástico endurecimiento de restricciones ante una fuerte segunda ola de contagios.

Hace una semana, el primer ministro Boris Johnson anunció una serie de nuevas medidas contra el coronavirus en Inglaterra que incluyen límites en los horarios de bares y restaurantes, barbijos obligatorios en comercios y una extensión de una prohibición previa de reuniones de más de seis personas.

El anuncio del líder conservador llegó luego de varias jornadas en que los casos aumentaron hasta los 4.000, niveles que no se veían desde mayo, y luego de que los principales asesores científicos del Gobierno pronosticaran hasta 50.000 infecciones diarias para mediados de octubre si no se tomaban medidas para controlar el rebrote.

El promedio de casos diarios en el Reino Unido subió desde el anuncio de Johnson a más de 5.500.

Al parecer las medidas que rigen desde el lunes pasado no están funcionando como se esperaba, de acuerdo a las declaraciones de distintas autoridades británicas que están pidiendo que sean aún más estrictas.

El alcalde del Gran Manchester, Andy Burnham, pidió una revisión urgente de los límites de horario de pubs y restaurantes por considerarlo más perjudicial que beneficioso al haber creado un "incentivo" para que la gente se reúna en sus hogares y en las calles.

También sugirió que se prohíba la venta de alcohol en tiendas y supermercados después de las 21.

"Mi intuición es que esto está haciendo más daño que bien", dijo a BBC Radio 4, y agregó que durante el fin de semana recibió "informes de que los supermercados estaban completamente llenos hasta el tope" después que se cerraron los bares.

La policía de Escocia, por su parte, informó que tuvo que interrumpir al menos 300 fiestas en casas durante el fin de semana, después de que se prohibieran las visitas entre hogares.

Ayer entró en vigencia una ley que fija nuevas multas de hasta 10.000 libras (12.750 dólares) para quienes se nieguen a aislarse cuando se les pide.