DESARROLLO

Hambre, pobreza y desigualdad alejan Objetivos de Desarrollo Sustentable

Un preocupante informe de Naciones Unidas será analizado esta semana para retomar el impulso global en pos de lograr un mundo mejor para el año 2030

BAE Negocios

El número de personas en situación de pobreza extrema está aumentando por primera vez en una generación y va camino de alcanzar los 575 millones en todo el mundo para el año 2030. Sumado a esto, las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando, y se espera que las temperaturas mundiales superen el punto crítico de 1,5 °C por encima de los niveles industriales en poco más de una década.

Asimismo, los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes, el nivel del mar está subiendo, y las comunidades vulnerables se están viendo afectadas de forma desproporcionada, a pesar de ser las que menos han contribuido al cambio climático.

Estos son algunos de los hechos a ser analizados esta semana en las Reuniones de Impacto sobre el Desarrollo Sostenible del Foro Económico Mundial que tendrán lugar en Nueva York desde hoy y hasta el 22 de septiembre, con el objetivo de reimpulsar los Objetivos del Milenio de la ONU, cuya consecución se ha visto particularmente afectada por la pandemia y otros sucesos con la ola inflacionaria y la guerra en Ucrania.

En vista de este encuentro, la ONU actualizó su Informe sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para el año 2030, del que se desprende una seria advertencia: "Las promesas consagradas en los ODS están en peligro", afirma la ONU. "A menos que actuemos ahora, la Agenda 2030 se convertirá en el epitafio de un mundo que podría haber sido", afirmó el secretario general de la ONU, António Guterres.

 

Deterioro

Las reuniones congregarán a líderes empresariales, responsables políticos y organizaciones internacionales de la sociedad civil, y su objetivo será impulsar otros hitos clave próximos, como la COP28 y la reunión anual del Foro en enero de 2024.

De acuerdo con el informe del organismo, la pandemia de COVID-19 y la "lenta y desigual recuperación" borraron cuatro años de avances en la reducción de la pobreza, situación que se agravó con el aumento de la inflación y la guerra en Ucrania. Actualmente, unas 670 millones de personas viven en la pobreza extrema en el mundo. La ONU afirma que se necesitan medidas enérgicas e inversiones para promover el crecimiento económico, mejorar la educación y proporcionar protección social a todos, especialmente a las personas más marginadas, en este panorama global desalentador.

Otro de los objetivos centrales, llegar al Hambre Cero, también está lejos de concretarse. De acuerdo con el estudio, el hambre y la inseguridad alimentaria han ido en aumento desde 2015, intensificándose por la pandemia, los conflictos geopolíticos, el cambio climático y el aumento de las desigualdades.

La ONU estima que el 9,2% de la población mundial sufría hambre crónica en 2022, lo que supone 735 millones de personas o 122 millones más que en 2019. Dada la actual policrisis, es imperativa una rápida colaboración mundial para combatir eficazmente el hambre y salvaguardar la seguridad alimentaria, seriamente amenazada en muchas regiones.

 

Ingresos

Otro de los objetivos afectados por la conjunción de crisis actual que siguió a la pandemia tiene que ver con la desigualdad de ingresos, que se estaba reduciendo en todo el mundo antes de laCOVID-19, pero la pandemia "puede haber invertido parte de este progreso", según el informe, que resalta que de la misma forma se profundizó la discriminación estructural y sistemática, provocando la peor desigualdad entre países en tres décadas.

La lucha por la igualdad de género se vió igualmente afectada, dice la ONU, que resalta que el mundo sigue estando lejos de alcanzar la igualdad de género para 2030, ya que sólo el 15,4% de los indicadores de ese objetivo clave están en vías de cumplirse. Los avances en ámbitos como los cuidados no remunerados y el trabajo doméstico se están quedando atrás, mientras que casi la mitad de las mujeres casadas carecen de poder para tomar decisiones sobre su salud sexual y reproductiva, señala el organismo.

En tanto, la violencia contra las mujeres sigue siendo endémica en muchas partes del mundo, lo que requiere impulsar leyes, políticas, presupuestos e instituciones que fomenten la igualdad de género.

Por otra parte, la inflación récord, la política de subas de interés llevadas adelante por los principales bancos centrales y la creciente carga de la deuda externa hacen que a muchos países en desarrollo les resulte más difícil que nunca prosperar económicamente tras la pandemia. Aunque el comercio mundial aumentó rápidamente tras el levantamiento de las restricciones de los años duros del COVID, las perspectivas para 2023 son "moderadas" como consecuencia del empeoramiento de las condiciones económicas. El acceso a Internet ha aumentado un 65% desde 2015, pero el progreso en la reducción de la brecha digital se ha ralentizado tras la pandemia.

Al mismo tiempo, las tensiones geopolíticas y el nacionalismo están obstaculizando la coordinación internacional en importantes cuestiones mundiales. Un esfuerzo colectivo mundial para proporcionar a los países en desarrollo la financiación y las tecnologías que necesitan es esencial si se busca acelerar la implementación de los ODS, dice la ONU.

 

Economía

En estos tiempos, la economía mundial se encuentra amenazada por múltiples crisis, con inflación persistente, tipos de interés crecientes y una mayor incertidumbre. Se prevé que el crecimiento real del PIB per cápita mundial se ralentizará en 2023, lo que provocará un descenso del empleo mundial, sobre todo entre los jóvenes.

En este contexto, el crecimiento del sector manufacturero mundial se redujo al 3,3% en 2022 frente al 7,4% en 2021, en medio de una recuperación lenta y desigual de la pandemia. Los países menos desarrollados no están en vías de duplicar la proporción del sector manufacturero en su PIB para 2030. En 2022, el 95% de la población mundial estaba al alcance de una red de banda ancha móvil, pero algunas zonas siguen estando insuficientemente atendidas. La importancia de este hecho radica en que, según el informe, los países con infraestructuras sólidas, incluida la conectividad a Internet, se están recuperando más rápidamente de los efectos de la pandemia. A pesar de la presencia de banda ancha 3G (o superior) en la mayoría de los países, el costo de los dispositivos y la falta de alfabetización y competencias digitales siguen siendo obstáculos importantes para la adopción de Internet.

Como si fuera poco, la creciente dependencia de los recursos naturales ha puesto a la Tierra en una situación insostenible, según la ONU. Esto está provocando la triple crisis del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. Algunas regiones del mundo generan más impacto ambiental que otras: los países de renta alta tienen una huella material per cápita 10 veces superior a la de los países de renta baja. Según el informe, los gobiernos y los ciudadanos deben trabajar juntos para reducir los residuos y la contaminación y dar forma a una nueva economía circular en la que se pueda hacer más con menos.

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