En un fallo significativo, una jueza federal de Estados Unidos ha determinado que la congelación de fondos a la Universidad de Harvard por parte de la administración Trump fue ilegal.

La jueza Allison Burroughs, de Boston, argumentó que el gobierno violó los derechos de libertad de la universidad al suspender más de 2.000 millones de dólares destinados a investigación.

Este fallo se centra en la acusación de que Washington utilizó el antisemitismo como una cortina de humo para justificar un ataque ideológico contra las principales universidades del país.

La jueza Burroughs destacó que las alegaciones de antisemitismo en Harvard eran, en el mejor de los casos, arbitrarias y, en el peor, un pretexto.

Según su escrito de 84 páginas, las autoridades estadounidenses tomaron represalias inadmisibles contra Harvard por no ceder a sus exigencias.

Mientras otras universidades, como Columbia, optaron por pagar para restaurar los fondos recortados, Harvard decidió luchar en los tribunales, lo que ahora ha resultado en un fallo favorable.

La administración Trump, a través de su portavoz Liz Huston, ha anunciado que recurrirá el fallo, calificándolo de flagrante.

Huston argumentó que Harvard no protegió a sus estudiantes del acoso y permitió la discriminación en su campus, por lo que no tiene derecho constitucional a recibir dinero de los contribuyentes.

Este caso sigue siendo un tema candente en el debate sobre la libertad académica y la financiación pública en Estados Unidos.