Los hogares y las empresas en España redujeron su deuda el año pasado en 30.200 millones de euros, lo que  llevó a que el endeudamiento consolidado de estos sectores se redujera casi doce puntos porcentuales hasta el 111,6% del PIB, su nivel más bajo desde 2002.

Tanto familias como empresas se esforzaron para reducir su nivel de deuda y enfrentar mejor las dificultades causadas por la seguidilla de aumentos de los tipos de interés y el consiguiente aumento en el costo de los préstamos impulsados por el Banco Central Europeo (BCE).

Las últimas cifras de las Cuentas Financieras de la Economía Española, publicadas por el Banco de España, muestran que el endeudamiento de las empresas se redujo en 11.900 millones de euros en el último año, situándose en el 64,7% del PIB, en comparación con el 71,2% del año anterior.

Al mismo tiempo, la deuda de los hogares también tuvo un descenso de 18.300 millones de euros, pasando de 703.600 millones en diciembre de 2022 a 685.400 millones en diciembre de 2023, lo que ha llevado a una reducción de su ratio sobre el PIB al 46,9%, frente al 52,3% del año anterior.

Además, el aumento del empleo y la mejora del poder adquisitivo, debidas a la moderación en el aumento de los precios, permitieron que los hogares pudieran reducir su endeudamiento mientras por otra parte continuaban consumiendo. Este fue uno de los factores que impulsaron el crecimiento del PIB por encima de las expectativas, alcanzando el 2,5% en el año pasado.

La deuda consolidada de las sociedades no financieras se redujo de 958.400 millones en el cuarto trimestre de 2022 a 946.6000 millones en diciembre de 2023. En términos del PIB, esta ratio descendió de 71,2% a 64,7%, marcando su nivel más bajo desde septiembre de 2002. Si se incluyese la deuda interempresarial, la ratio en diciembre de 2023 sería del 81,7%, en comparación con el 92,2% del año anterior.

Si solo se atiende al sector privado, se observa que el año pasado, la deuda total disminuyó tres veces más que la del Estado. Esta reducción en la deuda privada, que totalizó 1,632 billones de euros al término del año, representando una disminución del 1,8%, sigue un patrón que ha sido habitual desde la crisis económica previa.