Intensas negociaciones en Israel para dejar atrás el gobierno de Netanyahu
Nacionalistas religiosos y fuerzas de centro continúan el diálogo para concretar una coalición que se haga cargo del poder por los próximos cuatro años.
Las negociaciones en Israel para armar antes del plazo del 2 de junio una amplia y heterogénea alianza entre el movimiento religioso nacionalista Yamina y el partido centrista Yesh Atid que desbanque al primer ministro Benjamin Netanyahu, tras 12 años en el poder, podrían dar frutos en las próximas horas, según destaca la prensa israelí.
A su vez, Netanyahu salió a socavar esa alianza en su contra y convocó por Twitter al líder de Yamina, Naftali Bennet, a armar una coalición con el derechista Gideon Saar, líder de Nueva Esperanza, que contemple la alternancia en el poder de los tres.
Esa coalición que el premier propone "para salvar al Estado de Israel" contempla un año de gobierno en manos de Saar, seguido por Netanyahu y luego por Bennett.
Idas y vueltas
En tanto, la variopinta coalición que se está negociando, y que podría ser anunciada entre hoy y mañana, contempla la alternancia en el Gobierno de Bennett, hasta septiembre de 2023 y luego, hasta noviembre de 2025, el moderado Yair Lapid.
Un acuerdo entre Lapid y Bennett sacaría del poder a Netanyahu, el primer ministro más longevo del país y el primero en enfrentar cargos penales durante su mandato.
Ambas opciones, que repiten actores, comenzaron a gestarse luego que Netanyahu no consiguiera conseguir las 61 bancas necesarias en el Parlamento, tras ganar la primera minoría en las últimas elecciones, con 30 escaños.
El presidente israelí, Reuven Rivlin, concedió entonces al centrista Lapid un plazo para formar gobierno que estará vigente hasta las 23:59 del próximo miércoles, 2 de junio.
A Lapid se le encomendó la tarea tras el fracaso para lograr una mayoría del primer ministro saliente, Benjamin Netanyahu, que se enfrenta a un juicio por corrupción, fraude y abuso de confianza.
Pero esas negociaciones, que ahora recuperaron el ritmo frenético, se habían congelado con la escalada militar entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamas en la Franja de Gaza y la explosión de protestas, represión policial y militar y choques violentos dentro del territorio israelí y los territorios palestinos ocupados.
Tras la tregua con Hamas, el 21 de mayo, y en medio de un clima un poco más calmo dentro de Israel, las negociaciones se retomaron y con ellas los guiños y los rumores.
Tras semanas marcadas por 11 días de enfrentamientos entre Hamas, en el poder en Gaza, y el ejército israelí, por las tensiones en Jerusalén Este y los choques en ciudades "mixtas" de Israel, la idea de un "gobierno de unión nacional" vuelve a la palestra.
"Llegó el momento para un nuevo gobierno (...) Se trata de una oportunidad histórica para romper las barreras que dividen a la sociedad israelí, para unir a los religiosos y los laicos, la izquierda, la derecha y el centro", dijo Lapid a mediados de mayo.
Para conseguir ese gobierno de unión, Lapid debe conseguir el apoyo de 61 de los 120 diputados de la Knéset, el parlamento israelí.