Israel bombardeó Teherán y murieron 60 civiles, entre ellos 20 niños
El ataque aéreo también dejó al menos nueve científicos nucleares iraníes muertos, según confirmó el Ejército israelí
Un ataque aéreo israelí destruyó por completo un edificio de 14 pisos en el noreste de Teherán, capital de Irán, y causó la muerte de al menos 60 personas, entre ellas 20 niños. Así lo informó la televisión estatal IRIB TV, que detalló que el complejo Mártir Chamran fue uno de los blancos alcanzados por los bombardeos lanzados el viernes a la madrugada.
Las tareas de rescate continúan en el lugar. Las autoridades confirmaron que 38 personas ya fueron extraídas de los escombros, mientras otras —incluidos bebés de menos de nueve meses— permanecen desaparecidas bajo los restos del edificio.
Objetivos estratégicos y científicos nuclearesEn simultáneo, el Ejército israelí informó que abatió a nueve científicos nucleares de alto rango durante la operación. Según un comunicado de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), los expertos formaban parte del núcleo técnico del programa nuclear iraní y habían sido seleccionados como blancos clave por el Directorio de Inteligencia.
Entre los muertos se encontraban profesionales con experiencia en física, ingeniería química, ingeniería de materiales y mecánica. Tel Aviv justificó el ataque como una medida preventiva para impedir el desarrollo de armamento nuclear por parte de Teherán, aunque Irán niega que su programa tenga fines bélicos.
El bombardeo también provocó la muerte de altos mandos militares iraníes. Entre ellos, fallecieron el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Mohammad Bagheri; el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, Hossein Salami; el comandante de los cuarteles centrales Khatam al-Anbiya, Gholam-Ali Rashid, y el jefe de la división aeroespacial del CGIR, Amir Ali Hajizadeh.
Las autoridades iraníes declararon duelo nacional y prometieron represalias "contundentes y proporcionales".
Analistas advierten que la eliminación de figuras militares clave y de científicos del programa nuclear puede derivar en una cadena de represalias que incluya acciones en terceros países, como Líbano, Siria o Irak, donde ambos actores tienen influencia estratégica.