Mientras el presidente Sergio Mattarella avanza en sus consultas con los líderes de las bancadas en el parlamento para intentar formar un nuevo gobierno en Italia, el antisistema y hasta ahora oficialista Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y el centrista y opositor Partido Demócrata (PD) discuten para formar una posible alianza y evitar un nuevo llamado a las urnas.

El líder del PD, Carlo Calenda, había dicho que no apoyaba una alianza con el M5S, que hasta ahora compartía una coalición de gobierno con el partido ultraderechista Liga, y que prefería participar de elecciones anticipadas para renovar el parlamento y abrir paso a una nueva mayoría.

Esa declaración, citada por la agencia EFE, demuestra que la posición del ex primer ministro y líder en los hechos del PD, Matteo Renzi, triunfó y la mayor fuerza socialdemócrata del país aceptó abrir una negociación con el premier saliente, Giuseppe Conte.

Conte renunció como jefe de gobierno y no dudó en acusar a su vicepremier y líder de la Liga, Matteo Salvini, de dinamitar la coalición oficialista.