GUERRA COMERCIAL

La "batalla por los chips" reaviva la tensión comercial entre EEUU y China

Washington busca frenar el avance de Beijing, que va por el liderazgo tecnológico y científico

BAE Negocios

El primer ministro de China, Li Keqiang, llamó a utilizar eficazmente los recursos estatales para garantizar avances clave en ámbitos como los semiconductores, en medio de la competencia tecnológica entre Beijing y Washington.

Ante la Asamblea Popular Nacional anual, Li Keqiang reiteró la disposición del Gobierno chino para llevar a cabo una "estrategia de toda la nación", con el objetivo es imponerse a Washington en lo que respecta a la investigación científica básica y las tecnologías avanzadas, desde la inteligencia artificial hasta la industria aeroespacial.

Según el primer ministro, después de haber "contrarrestado de manera efectiva los intentos externos de suprimir y contener el desarrollo de China" durante los últimos cinco años de guerra comercial, el gigante asiático debe "agrupar recursos de calidad y hacer esfuerzos concertados" para lograr avances en campos tecnológicos clave en el futuro.

 

Escalada

El propio presidente chino, Xi Jinping, pidió poco tiempo atrás impulsar la investigación básica en ciencia y tecnología para superar a EEUU y convertirse en una potencia tecnológica mundial.

"Para hacer frente a la competencia científica y tecnológica internacional, lograr un alto nivel de autosuficiencia y superación personal [...] necesitamos urgentemente [...] resolver problemas tecnológicos clave desde la fuente", enfatizó.

El anuncio del premier chino se produce en medio de la escalada de Washington para prevalecer en la próspera industria mundial de chips, que se espera que para 2030 aumente a 1,4 billones de dólares en ingresos. La Casa Blanca busca ganar la carrera con Beijing al imponer más restricciones a su rival asiático y volcar las inversiones en la industria nacional de chips.

 

Prohibiciones

En octubre, el Gobierno de Biden implementó las restricciones más amplias hasta la fecha en la industria de fabricación de chips de Beijing, exigiendo licencias para aquellas empresas que exportan chips a China utilizando herramientas o software de EEUU, sin importar en qué parte del mundo se fabriquen, y se impidió que los ciudadanos estadounidenses trabajen para ciertas empresas chinas de chips.

Antes de eso se promulgó la ley CHIPS and Science Act, respaldada tanto por demócratas como por republicanos, que financia con más de 52.000 millones de dólares a las empresas estadounidenses que producen semiconductores, y miles de millones más en créditos fiscales para fomentar la inversión en la industria.

Una de las condiciones para obtener un subsidio del Gobierno bajo la nueva ley es no invertir en el desarrollo de tecnología avanzada en China durante 10 años.

China, por su parte, busca desarrollar sus propias tecnologías en lugar de seguir a los fabricantes occidentales. En semiconductores, Beijing expande la tecnología nacional para producir chips de carburo de silicio avanzados.

Li Keqiang ya prometió que el gasto en Investigación y Desarrollo crecerá más de un 7% anual entre 2021 y 2025.

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