La Bolsa de valores de EEUU cerrará el 9 de enero en honor a Jimmy Carter
La bolsa permaneció cerrada en 1963, tras el asesinato de John F. Kennedy, en 2004 en memoria de Ronald Reagan y el 5 de diciembre de 2018, tras el fallecimiento de George H. W. Bush
En un gesto reservado para ocasiones excepcionales, los principales mercados financieros de Estados Unidos, incluidos la Bolsa de Nueva York (NYSE) y el Nasdaq, permanecerán cerrados el próximo martes 9 de enero de 2024. La medida responde a la proclamación del presidente Joe Biden de un día nacional de luto en memoria de Jimmy Carter, el 39º presidente de los Estados Unidos, fallecido el pasado domingo a los 100 años, luego de haberse convertido en el primer presidente estadounidense en alcanzar el centenario.
El cierre coincide con el funeral de Estado que se llevará a cabo en la Catedral Nacional de Washington, un homenaje a la vida y el legado de Carter, quien lideró el país entre 1977 y 1981. "La NYSE honrará respetuosamente la vida de servicio del presidente Carter cerrando nuestros mercados durante el Día Nacional de Luto", declaró Lynn Martin, presidenta del Grupo NYSE. En términos similares, Tal Cohen, presidente de Nasdaq, expresó: "Lamentamos la pérdida del presidente Carter y cerraremos nuestros mercados para celebrar su vida y honrar su legado".
Un honor reservado para pocosLos cierres de la Bolsa por motivos ajenos a feriados regulares son inusuales. El último caso ocurrió el 5 de diciembre de 2018, tras el fallecimiento de George H. W. Bush, el 41º presidente de Estados Unidos. Previamente, la NYSE también cerró en 2004 en memoria de Ronald Reagan y, en 1963, tras el asesinato de John F. Kennedy.
Este tipo de medidas refleja la relevancia histórica de quienes ocupan la presidencia y el impacto que su vida y legado tienen en la nación. Carter, un veterano de la Marina y exgobernador de Georgia, fue reconocido no solo por su rol como estadista, sino también por sus más de cuatro décadas de labor humanitaria a través del Centro Carter, con el cual promovió la paz y los derechos humanos a nivel global.
Carter dejó una huella indeleble en la política y la sociedad estadounidense. Aunque su mandato estuvo marcado por desafíos como la crisis de los rehenes en Irán y dificultades económicas, su labor posterior lo consolidó como una figura admirada internacionalmente. En 2002, fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz por su trabajo en favor de la resolución de conflictos y la lucha contra las enfermedades y la pobreza.
En América Latina, Carter también tuvo un impacto significativo. Durante su presidencia, se destacó por priorizar la defensa de los derechos humanos, una política que marcó un cambio respecto a la tradicional postura pragmática de apoyo a dictaduras militares en la región. En el caso de Argentina, su administración criticó abiertamente las violaciones de derechos humanos perpetradas por el régimen militar que gobernaba el país desde 1976. Esta presión incluyó la reducción de asistencia militar estadounidense y un fuerte apoyo a activistas y organismos internacionales que denunciaban las desapariciones forzadas y otras atrocidades.
Aunque su postura generó tensiones con el gobierno argentino de entonces, también contribuyó a visibilizar los crímenes de la dictadura y a fortalecer el compromiso de Estados Unidos con los valores democráticos. Décadas después, su legado sigue siendo recordado en Argentina como un ejemplo del papel que las democracias pueden jugar en la defensa de los derechos fundamentales.