EXPLOTÓ TODO

La disputa entre Musk y Trump puso en riesgo los contratos clave con la NASA

Elon Musk amenazó con retirar la nave Dragon y dejó en evidencia la dependencia estatal de SpaceX

BAE Negocios

La pelea entre el empresario Elon Musk y el expresidente Donald Trump escaló hasta niveles institucionales. La amenaza del dueño de SpaceX de suspender el uso de la nave Dragon generó alarma en la NASA, al exponer su dependencia tecnológica y operativa de la compañía aeroespacial más influyente de Estados Unidos.

Todo comenzó cuando Musk publicó —y luego eliminó— un mensaje en su red social X donde afirmaba que Trump figuraba en los expedientes del caso Epstein, el escándalo de abuso sexual que sacudió a la elite estadounidense. La acusación se produjo tras la salida de Musk como asesor de la Casa Blanca y en medio de amenazas cruzadas sobre contratos federales.

Trump minimizó el conflicto en declaraciones a CNN, pero desde su entorno advirtieron que podrían revisar los vínculos económicos con las empresas de Musk. En ese contexto, el CEO de Tesla y SpaceX insinuó que podría bloquear el acceso de la NASA a la nave Dragon, hoy el único vehículo tripulado estadounidense operativo para llegar a la Estación Espacial Internacional (EEI).

La advertencia encendió alarmas tanto en la agencia espacial como en el Pentágono. Según un informe de The Washington Post, la medida dejaría sin alternativa inmediata al programa espacial estadounidense, que invirtió más de 100.000 millones de dólares en la EEI y depende de SpaceX para sus operaciones rutinarias.

El propio Musk, horas después, reculó y escribió en X: "De acuerdo, no retiraremos del servicio a Dragon". Sin embargo, la amenaza dejó un precedente delicado: el control estratégico que ejerce un privado sobre plataformas críticas para la defensa y el desarrollo científico.

SpaceX no solo transporta astronautas, sino también satélites militares, sistemas de comunicación táctica y sensores de alerta temprana. Su rol como contratista principal del gobierno estadounidense lo vuelve un actor clave en la infraestructura federal de seguridad.

Desde la NASA evitaron polemizar. En una escueta declaración, su vocera Bethany Stevens aseguró que seguirán ejecutando la "visión del presidente para la conquista del espacio" y que continuarán trabajando con sus socios industriales. Pero en los pasillos de Washington crece la inquietud por la fragilidad de esa relación.

Esta nota habla de: