El gobierno de Brasil dispondrá de un presupuesto de emergencia climática para enfrentar los incendios forestales que afectan a cerca del 60% del territorio nacional. El juez del Supremo Tribunal Federal, Flávio Dino, autorizó la emisión de créditos extraordinarios, sin las restricciones fiscales habituales, para combatir los incendios hasta fin de año.

Con esta autorización, el gobierno brasileño enviará una medida provisional (MP) al Congreso, estableciendo el monto del crédito que será destinado específicamente para combatir los incendios. Este esquema de gasto especial recuerda las medidas adoptadas durante la pandemia de Covid-19, cuando el Congreso aprobó un presupuesto similar para acciones relacionadas con la crisis sanitaria, informó la Agencia Brasil.

Además, Dino flexibilizó las normas para la recontratación de bomberos temporales, permitiendo que aquellos ya entrenados y familiarizados con las zonas afectadas puedan ser reincorporados inmediatamente, sin necesidad de esperar el intervalo mínimo de tres meses entre contratos. Esta medida agilizará la capacidad del país para combatir los incendios en el corto plazo.

 

Pérdidas

Asimismo, el juez ordenó la utilización del Fondo para el Equipamiento y la Operatividad de las Actividades Básicas de la Policía Federal (Funapol) para movilizar recursos. Esto permitirá que las investigaciones sobre las causas de las quemas e incendios sean tratadas como una prioridad, reforzando así los esfuerzos del gobierno por combatir los incendios de manera más eficaz.

Entre enero y agosto de 2024, Brasil ha perdido 11,39 millones de hectáreas debido a los incendios, según el Monitor de Incendios de MapBiomas. Solo en agosto, las llamas consumieron 5,65 millones de hectáreas, lo que equivale al 49% de la superficie quemada en todo el año. La vegetación nativa ha sido la más afectada, representando el 70% del total, lo que pone de relieve la urgencia de combatir los incendios para proteger los ecosistemas del país.

 

Más fuegos

Los estados de Mato Grosso, Roraima y Pará, localizados en la Amazonia, concentran más del 50% del área afectada, con 5,4 millones de hectáreas destruidas hasta agosto de 2024. La devastación en el Pantanal fue particularmente notable, con 1,22 millones de hectáreas quemadas, lo que representa un aumento del 249% respecto al promedio de los últimos cinco años, subrayando la importancia de destinar los recursos a combatir los incendios en esta región crítica.

El mes de agosto de 2024 marcó un incremento del 149% en la superficie afectada por el fuego en comparación con el mismo mes del año anterior, registrando 3,3 millones de hectáreas adicionales quemadas. São Paulo, que vio un aumento del 2.510% en la superficie afectada en relación con los promedios de años anteriores, es uno de los estados que más atención requiere en los esfuerzos para combatir los incendios, con 370.400 hectáreas devastadas en lo que va del año.