Líder del talibán ordena la aplicación estricta de la ley islámica en Afganistán
Ejecuciones pùblicas, lapidaciones, latigazos y amputaciones serán aplicados de acuerdo con el delito cometido, informó el vocero del gobierno
El líder supremo de los talibanes en Afganistán ordenó a los jueces la aplicación plena de la ley islámica, incluyendo las ejecuciones públicas, lapidaciones, latigazos y la amputación como castigo para los ladrones, unos días después de aprobar varios decretos que limitan las libertades de las mujeres.
En un tuit publicado anoche, el portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, indicó que esta orden "obligatoria" emana del líder supremo de los talibanes Hibatullah Akhundzada, tras un encuentro con los jueces.
Akhundzada, que no ha sido filmado ni fotografiado en público desde que los talibanes recuperaron el poder en agosto de 2021, dirige el país por decreto desde Kandahar, una localidad en el sur y cuna de este movimiento fundamentalista.
"Examinen cuidadosamente los casos de los ladrones, secuestradores y de los sediciosos", escribió el portavoz citando las palabras del líder supremo sobre la aplicación de la sharia, la ley islámica.
Castigos
"En los casos en los que se cumplan todas las condiciones que establece la sharia (...) están obligados a implementar" el conjunto de sanciones previstas, agregó.
El jefe supremo hizo referencias a delitos considerados según la ley islámica como los más graves para los cuales están previstas diferentes penas incluyendo castigos corporales.
En la lista están el adulterio, las acusaciones falsas de que un tercero cometió esta falta, pero también el consumo de alcohol, el robo, la apostasía y la rebelión.
Según los eruditos del islam, para que haya una condena por alguna de estas faltas es necesario reunir pruebas suficientes, por ejemplo en el caso del adulterio, la confesión o el testimonio de cuatro adultos musulmanes que sean varones.
Las redes sociales han sido inundadas desde hace más de un año de videos y fotografías de miembros de los talibanes infligiendo latigazos en las calles a personas acusadas de diversas infracciones.
Restricciones
A su retorno al poder, los talibanes prometieron ser más laxos en su aplicación de la sharia, pero rápidamente volvieron a una interpretación muy rigorista del islam que marcó su primer periodo en el poder entre 1996 y 2001.
En ese periodo, los talibanes castigaron en público a los acusados de robo, secuestro o de adulterio, con penas desde la amputación de miembros a la lapidación.
El retorno de los talibanes al poder ha vetado a las mujeres del espacio público. La mayoría de las empleadas públicas han perdido su trabajo o son obligadas a quedarse en casa aunque reciban un salario.
También se ha prohibido que las mujeres viajen solas, sin la compañía de un varón de su familia, y deben cubrirse con un burka, un velo integral, para salir de sus casas. La semana pasada anunciaron la prohibición de que las mujeres entren a los parques, los gimnasios y los baños públicos.