ANÁLISIS

Ni de izquierda, ni de derecha, el joven que disparó a Donald Trump tiene el perfil de "un tirador en masa"

El FBI analizó los dispositivos del joven que disparó contra Donald Trump el mes pasado. "Ni de izquierdas ni de derechas", concluyó un agente especial. El interés de Mathew Crooks por la violencia surgió en 2019 y fue cambiando con los años

BAE Negocios

Hace un mes y medio, Thomas Crooks fue a un acto de campaña Donald Trump en Butler, Pensilvania. De un momento a otro, el joven de 20 años desapareció entre la multitud de partidarios del candidato republicano vestida de rojo, blanco y azul, para subirse al techo de un edificio cercano y disparar ocho tiros contra Trump. Desde ese momento, todavía quedan muchas preguntas sobre el tirador, aunque con el avance de la investigación se van encontrando algunas respuestas: funcionarios del FBI revelaron que el perfil que surgió de Crooks se parece más al de un tirador en masa que al de un asesino con motivaciones políticas. 

El interés de Crooks por la violencia pública se remonta a 2019, según se desprende de un análisis de sus dispositivos y cuentas realizado por el FBI. Central para entender las posibles motivaciones del hombre que intentó asesinar al expresidente de Estados Unidos, el análisis hace creer a los investigadores que Crooks no estuvo motivado por una ideología concreta. Es que no se encontraron pruebas de que tuviera co-conspiradores o conexiones con un complot extranjero, informaron funcionarios de la Oficina a The New York Times.

Además, sus búsquedas en internet revelan que se trataba de alguien que buscaba la oportunidad de llevar a cabo un atentado espectacular que atrajera la atención general, ya fuera causando víctimas en masa o matando a alguien famoso. Incluso, llegó a buscar información sobre el entonces candidato demócrata y actual presidente, Joe Biden. 

 

 

Trump y Biden, las búsquedas de Thomas Crooks en internet antes del atentado

Entre 2019 y 2024, Crooks pasó de buscar "cordón detonante", "detonador" y "cómo fabricar una bomba con fertilizante" a buscar información detallada sobre las actividades y el paradero de políticos de ambos partidos. A finales de 2023, su historial de búsquedas incluía consultas relacionadas con Trump, Biden y las convenciones de ambos partidos; dando cuenta del perfil que crearon los funcionarios del FBI.

"A través de nuestro análisis de sus búsquedas en Internet, vimos un esfuerzo sostenido y detallado para planificar un ataque contra algunos eventos, lo que significa que buscó cualquier número de eventos u objetivos", comentó Kevin P. Rojek, agente especial a cargo de la oficina de Pittsburgh.

Cuando "se anunció el acto de Trump, a principios de julio, se centró en ese evento específico y lo consideró un objetivo de oportunidad", dijo sobre el interés del tirador en el evento de campaña. 

Ni de izquierda, ni de derecha, el joven que disparó a Donald Trump tiene el perfil de "un tirador en masa"
El candidato republicando y expresidente, Donald Trump, tras ser herido en la oreja el pasado 13 de julio

Hasta abril, Crooks buscaba información sobre los programas de Trump y Biden, con especial interés en los actos de campaña. Fue así como se topó con el anuncio de que Trump encabezaría un evento en Butler y desde ese momento empezó a buscar información específica sobre la ubicación del podio, las condiciones del viento y la disposición de un almacén cercano al lugar. Además, usó una calculadora balística en línea para planificar sus disparos.

El análisis de su historial de búsquedas y de varias cuentas de correo cifradas no reveló ninguna "ideología definitiva", completó Rojek, "ni de izquierdas ni de derechas; en realidad fue una mezcla". Incluso dos días después del atentado se conoció que Crooks estaba registrado para votar como republicano y anteriormente había hecho una pequeña contribución a un grupo afín con los demócratas, según registros públicos.

Cómo fue el atentado contra Donald Trump

Thomas Crooks, un inteligente pero socialmente aislado joven de 20 años de Bethel Park, Pensilvania, se subió al techo de un almacén que quedaba justo fuera del perímetro de la concentración en la propiedad en Butler, el pasado 13 de julio. Desde allí disparó ocho veces antes de ser abatido por un único disparo de un francotirador del Servicio Secreto. Uno de sus disparos rozó la oreja de Trump, una persona del público murió y varios resultaron heridos. 

Aunque la mayor parte de la atención se centró en la serie de fallos y errores que le permitieron al joven disparar una ráfaga mortal tan cerca del escenario, aún quedan muchos interrogantes sobre él. Según trascendió, trabajaba como ayudante de cocina en una residencia de ancianos local, tenía acceso a la colección de armas de fuego de su papá -obtenidas legalmente- y parece que se preocupaba por el estado de su propia salud mental.

Entre tantas lagunas en el relato, surgieron distintas teorías conspirativas, incluida la posibilidad de un segundo tirador, hipótesis que fue descartada por el FBI. "No hubo un segundo tirador", sostuvo Rojek, y explicó que de los 10 disparos efectuados ese día, ocho procedieron del rifle semiautomático de Crooks, uno del francotirador del Servicio Secreto que lo mató y uno, disparado por un policía local, no alcanzó a nadie.

En ese marco, el director adjunto de la división antiterrorista del FBI, Robert R. Wells, dijo que la oficina estaba proporcionado información actualizada por el hecho, una inusual medida pero necesaria para contrarrestar la marea de desinformación que se promueve en las redes sociales.

Sobre el trabajo de la Oficina, el miembro republicano de la Cámara de Representantes, Clay Higgins -que forma parte de un grupo de trabajo del Congreso que investiga el intento de asesinato-, afirmó a principios de agosto que el FBI había "limpiado las pruebas biológicas" del techodonde Crooks había sido asesinado y entregado su cuerpo a su familia "demasiado rápido", lo que, según él, equivalía a obstrucción de la justicia.

En respuesta, los funcionarios del FBI dijeron que el cuerpo del joven había sido entregado sólo después de haber sido examinado minuciosamente por las autoridades del condado de Butler, estatales y federales; y que un informe toxicológico no mostró rastros de alcohol o drogas ilícitas.

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